San Josemar A Y La Educaci N
S. Josemaría Escrivá y la educación
Lo propio de Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, ha sido siempre hablar de Dios, ser sacerdote ciento por ciento. Pero es tal la riqueza de sus enseñanzas que encierran enormes posibilidades para orientar una honda pedagogía. Sin embargo, no se descubrirá el valor educativo de su constante catequesis a menos que lo sepamos ver comomanifestación del concepto que tiene del hombre.
Unidad de vida
Creo que sin exageración ninguna podemos hablar, en el sentido más estricto, de una antropología peculiar suya. Una antropología, cristiana por supuesto, que se expresa en una enseñanza muy querida de él: unidad de vida. Porque, en efecto, motivo constante de su catequesis era despertar en todos los cristianos la idea clara de que la vidahumana con todas sus manifestaciones diversas grandes y pequeñas, tiene una radical unidad. Y a la búsqueda y la realización de esa unidad estimulaba constantemente a quienes tenían la fortuna de beneficiarse de su magisterio.
El concepto de unidad de vida tiene inmediatamente dos consecuencias claras y de importancia fundamental en la existencia humana. En primer lugar, que todos los actos, aúnlos que parecen intrascendentes, deben ser utilizados como un medio de acercarnos a Dios. En este pensamiento alcanza su peculiar relieve la idea tan repetida y comentada por Monseñor Escrivá de Balaguer de la importancia que en nuestra vida y en nuestra lucha cristiana tienen las cosas pequeñas. En la misma idea de unidad de vida hinca sus raíces la consideración de que cualquier situación humana,cualquier trabajo, cualquier dedicación profesional es igualmente valioso como elemento de perfección humana; idea y realidad que a su vez viene a apoyar el carácter universal de la llamada divina a la santidad, objeto del mensaje evangélico para el que Mons. Escrivá de Balaguer fue elegido por Dios como fiel portavoz.
La unidad de vida incide directamente en la existencia humana, pero seextiende a toda la realidad. El mundo no se halla escindido en dos zonas irreconciliables, la materia y el espíritu. Y el hombre no es un ser que vive aislado; tiene que habérselas con el mundo de cosas y personas que le circundan y entre las que él mismo se halla situado También la idea de unidad —fuente de armonía y belleza— llega a todos los elementos de la realidad. A Dios lo encontramos en las cosasmás visibles y materiales, dice el Fundador del Opus Dei en la homilía pronunciada en el Campus de la Universidad de Navarra el 8-X-1967.
En la misma homilía utiliza una expresión, recia y sorprendente, que muestra el vigor y la valentía de su pensamiento. Hablando de las realidades terrenas como elemento indispensable con las que se debe contar en la vida de cada uno, resumió su pensamiento enlas siguientes palabras: Por eso puedo deciros que necesita nuestra época devolver —a la materia y a las situaciones que parecen más vulgares— su noble y original sentido, espiritualizarlas (...). Es lícito, por tanto, hablar de un materialismo cristiano, que se opone audazmente a los materialismo cerrados al espíritu.
Este concepto de materialismo cristiano lleva embebida toda una idea deeducación fundada en el trabajo, reordenación y uso de cosas, como medio santificador de la realidad en el que va encapsulada la exigencia de atención a las cosas materiales pequeñas y la aspiración a la obra bien hecha, acabada, que pueda ser decorosamente ofrecida a Dios y a nuestros hermanos los hombres.
¿Y cuál es el fundamento de la unidad de vida? Brevemente: el amor de Dios. La doctrina de Mons.Josemaría Escrivá de Balaguer se sitúa así en la mejor tradición teológica que ve en la creación del mundo y del hombre una manifestación del amor de Dios. Pero el amor de Dios con referencia al hombre se manifiesta de un modo singular. En primer término, haciéndole no sólo a imagen y semejanza suya —las cosas son sólo vestigio de Dios— sino elevándole a la categoría de hijo de Dios. La...
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