Santa, de Federico Gamboa, o la redención artística del naturalismo mexicano
De allí en más, todo fue rostros sombríos, callar de catástrofe, fiebre intensa, y la maledicencia del pueblo husmeando y desfigurando lo sucedido (Gamboa 1982: 69), para culminar la historia con la expulsión del hogar paterno —en unaescenificación dramática
del más genuino corte calderoniano— e iniciar así un largo proceso de degradación y decadencia física y moral, que conducirá a Santa, primero, por los caminos de la prostitución, luego, al sepulcro, pese a los dos o tres intentos de regeneración frustrados por la doble moral, por la misma corrupción física y moral de la sociedad que la condena.
Santa, de Federico Gamboa,fue publicada por primera vez en 1903. El éxito de la novela entre el público lector mexicano fue inmediato, tan es así que, para 1939 —año de la muerte de su autor—, las sucesivas reimpresiones sumaban ya un tiraje de 60 mil ejemplares; esta cifra es exorbitante y sorprendente en una sociedad conformada, básicamente, por una masa analfabeta y una élite lectora minoritaria cuyas preferenciasestéticas estaban signadas por el canon francés, y que, además, acababa de superar una cruenta guerra civil, la Revolución Mexicana, que duró diez años y se encontraba en un proceso de recomposición que llevaba ya casi veinte. Múltiples factores, se dice, intervinieron en su éxito editorial: desde el sensacionalismo que su temática despertó entre la conservadora moral porfirista de principios del sigloXX, hasta el divertimento morboso de reconocer en los Otros situaciones y experiencias que permitían la identificación inconsciente con una forma de vida crapulosa.
Santa es reconocida como una de las obras maestras de la narrativa mexicana. La historia y crítica literarias basan esta consideración en el hecho de que el discurso narrativo se revela bien planeado, claramente escrito, con una tramaque precede directamente a su desenlace, además de que las descripciones de la naturaleza y de la cultura marginal del burdel, de fuerte y lograda raigambre realista, son de una vitalidad poderosísima, reveladoras de una capacidad de observación minuciosa (Carballo 1991: 82-83; Warner 1953: 106-110). A esto debe añadirse la capacidad del narrador para configurar a los personajes a partir de unoscuantos rasgos sustanciales que los han convertido en verdaderos símbolos literarios dentro del horizonte de expectativas de México y del mexicano, además de contribuir decisivamente en el establecimiento de la ciudad no como un mero escenario, sino como un personaje que interacciona y condiciona dialécticamente las conductas y valoraciones de los personajes y del narrador, respectivamente.Mención aparte merece la perspectiva modernista que subyace a muchas de las descripciones, pues algunas de las imágenes y cuadros que presenta anuncian una sensibilidad impresionista muy lograda.
Los historiadores y críticos de la literatura mexicana ubican y problematizan las particularidades de Santa dentro del marco del movimiento naturalista hispanoamericano. Para ello se basan en la postura y...
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