Santa fe
Los chiquillos de quinto año, en el salón de clases de la Escuela Primaria Vasco de Quiroga, en Santa Fe, escuchaban atentos la historia del descubrimiento de América, que el maestro Alberto exponía caminando de un lado a otro al frente del salón.
- En aquella época, en Europa – decía el maestro - la gente se empezaba a cuestionar sobre su entorno y a indagar del por qué de algunascosas como: qué si la tierra giraba, o era redonda o plana, o qué si el sol o la luna eran los que se movían. En fin, también se empezó a dudar de que sólo existiera en el planeta esa porción de tierra, que era su continente rodeado por mares. Y tenían curiosidad por saber hasta dónde llegaba el mar.
Pero para el punto que nos ocupa - continuaba el maestro - no es sino hasta que la curiosidadde un navegante genovés, le hace pensar que en lugar de rodear el continente para llegar a las indias, tal vez cruzando el mar podría encontrar otra ruta para llegar al mismo punto. Es así que el aventurado navegante, expone su teoría a los reyes católicos de España quienes dudan, pero al final, la reina Isabel la Católica es quien decide apoyarlo con dinero y joyas personales para la compra devíveres y tres carabelas: la Niña, la Pinta y la Santa María. Y se embarcan aún con el consabido temor que tenían, porque en la época se pensaba que tal vez el mar llegaba a un punto que terminaba en el horizonte, y caía como una gran cascada, o que en la lejanía o las profundidades habitaban grandes monstruos marinos que podrían devorarlos, entre otras historias. Con todo ello, después de algúntiempo, el 12 de octubre de 1492 arriban a tierra firme, pensando que habían llegado a las indias, sin saber al momento que realmente habían llegado a lo que hoy es el continente americano.
Posteriormente, llegaría el español, Hernán Cortés, con sus ejércitos de hombres barbudos, cascos, armaduras, espadas, caballos y armas de fuego desconocidas para los indígenas. Y saquean metales, piedraspreciosas, joyas y oro de esta tierra. Derrumban o entierran ídolos, templos, pirámides y casas. Humillan y violan a las mujeres y esclavizan y matan a los hombres. En suma, conquistan a sangre y fuego el nuevo territorio descubierto, para apoderarse de todo lo que quisieran y destruir lo que se les antojaba, así como para imponer una nueva cultura y religión.
A causa de los maltratos y de laliteral cacería ejercida en contra de los indígenas. Muchos intentaron escapar. Tomaban sus escasas pertenencias, animales e hijos y llegaban a las barrancas y lomeríos fuera del valle, a tres leguas al poniente de La Gran Tenochtitlán, aquí, en lo que hoy es Santa Fe y sus alrededores en parte de la delegación Álvaro Obregón. Muchos subían los cerros corriendo y detrás de ellos los cascos delos caballos los acechaban y ante tal desesperación, ira e impotencia, además de vergüenza de no poder defender a sus hijos al ser capturados, antes, preferían lanzarlos desde los lomeríos hacia el vacío, a las barrancas, muchos rodaban hasta abajo y caían al río y morían, pero otros se quedaban atorados en los árboles, la maleza o las rocas y no morían, poco a poco se empezaron a reunir con otrossimilares que encontraban allá abajo y formaban pequeños grupos de autodefensa para protegerse de los animales y defenderse de otros grupos como ellos contra quienes empezaron a pelear por el alimento. Estas actitudes barbáricas y horrendas llegaron a oídos de los monarcas españoles. Ante tal situación enviaron una primera audiencia o grupo de observadores para dar fe de los hechos, mismos que asu regreso expusieron a los reyes. –
El maestro observa que una manita se levanta y dice - ¿Dime Julián? - el niño responde - ¿Maestro, cuánto es tres leguas?-
- Ah pues mira, - responde el maestro – una legua de antes, era la distancia que podía recorrer un hombre en un día, pero es algo relativo, porque no es lo mismo si el terreno es plano o accidentado, ahora podemos decir...
Regístrate para leer el documento completo.