Santana

Antonio López de Santa Anna
Claudia Guillén

Como lo menciona en su trabajo “El mito negativo de Antonio López de Santa Anna: replanteamientos en la historiografía, la ficción literaria y el cine” la Dra. Ute Seydel en donde hace referencia, y cito:

En lo que atañe a las nuevas investigaciones de la historiografía mexicana acerca del militar criollo, Josefina Vázquez sostiene que espertinente realizar un acercamiento pluriperspectivista, más documentado y “menos visceral”. Subraya que es indispensable entender su forma de actuar dentro del contexto histórico del siglo XIX, en que se ensayaban diferentes sistemas políticos y cuando “el Estado y la Nación no se habían consolidado, ni existían verdaderos partidos” (“Santa Anna” 76).[1] La especialista aclara que fue unmal del tiempo que los políticos cambiaran frecuentemente sus posiciones ideológicas y, por lo tanto, este comportamiento no sólo se puede adjudicar a Santa Anna a quien muchos han tachado de oportunista.[2] Además, diferentes sectores de la sociedad llamaron a Santa Anna en repetidas ocasiones a asumir la presidencia, entre ellos, el alto clero, la burocracia, los cuadros superiores delEjército, los políticos con convicciones liberales y republicanas, así como otros que se agruparon en torno de los periódicos El Tiempo y El Universal, se apoyaron en la idea providencialista de la historia desarrollada por Lucas Alamán y fundaron el partido conservador (García Gutiérrez 134). Algunos integrantes de este grupo querían incluso restablecer una monarquía (Vázquez, “De la difícilconstitución” 22, 26 y 28), proyecto que se concretó cuando se ofreció, en 1864, el trono a Maximiliano.
Lo que se señala, líneas arriba, me parece de suma pues se presenta como el principio para tratar de comprender un proceso complejo dentro de la ética política de nuestro país cuando éste se estaba construyendo como tal. En ese sentido creo que existen dos ejemplos que ilustran, a cabalidad, loantes mencionado: el Emperador Iturbide y el General Santa Anna quienes son consecuencia de la lógica que se gestaba de su época en donde no se habían asentado las ideologías y formas de gobierno. Digamos que ellos, entre muchos otros, fueron una suerte de “conejillo de indias” de este incipiente ejercicio político.
Por lo anterior resulta de suma importancia observarlos en su contexto y con ladistancia temporal con la que ahora contamos. Es decir, gran parte de sus decisiones, erradas o no y juzgadas desde el discurso liberal, tienen una fuerte influencia del pensamiento y de la propia lógica del México de la primera mitad del siglo XIX.
Si bien es cierto que con el cambio de siglo vino una reconstrucción, o construcción idílica, de los héroes y antihéroes, y que este ejercicio sehizo a partir del punto de vista de quienes triunfaron, es decir, primero, la visión liberal y posteriormente, revolucionaria. No obstante, creo que deberíamos detenernos también para identificar que el fenómeno se repite de alguna manera, es decir, quienes comenzaron con este trabajo de reelaboración histórica lo hicieron desde una perspectiva muy cercana a los hechos ocurridos, lo que no lespermitió tomar distancia, sin que esto quiera decir que no había una intención por legitimar su gobierno a partir de la denostación de los valores de los oponente. Y si bien el PRI continuó con es misma retórica ésta se da más como una inercia que una necesidad de ajusticiar a los que no pertenecían a su bando. Hasta que lograron que el población tuviera un mismo referente colectivo en donde lospostulados se toman como una realidad absoluta. Es decir, una memoria manipulada.
Volviendo a épocas más recientes, recordemos el conflicto que se generó cuando el entonces Secretario de Educación Pública, Ernesto Zedillo, intentó darles otro giro a los libros de textos, en el sexenio de Carlos Salinas (1988-1994), y se propuso, por poner un ejemplo, integrar un apartado sobre la periodo...