Santeria Y Palo Mayombe
(Matth.,17)
nos aviza que este género de demonios no se lanza sino por medio de la oración y elayuno, tendrá cuidado de ejercitarse en estas semejantes buenas obras y de no llegar aconjurar ni exorcizar sin prevenirse con el ayunoy la penitencia, si no es que la perentoria necesidad le excuse.Daré fin a este capítulo advirtiendo al Exorcista no sea fácil en juzgar que alguno estáendemoniado o enfermo por hechizos, sino que debe primero reparar cuidadosamenteen las señales y circunstancias de que tratare luego.Mucho menos debe atribuir a encantamiento y arte mágica las enfermedades, así de loshombres como de los animales,aunque sean desacostrumbradas y no conocidad, antes bien les debe consolar y quitarles del pensamiento cualquiera mala sospecha, y no permitira que echen la culpa a alguno de los vecinos u otros conocidos, para evitar todogénero de rencor, y excusar enemistades, venganzas y otras cosas peores.
SEÑALES Y EFECTOS EN QUE SE CONOCE QUE ALGUNOESTA POSEIDO DEL DEMONIO O BIEN HECHIZADO.
Para saber siuna persona está poseída del demonio importa examinar las causa porquese juzga haber entrado en su cuerpo, pues algunas veces lo permite así Nuestro Señor para mayor honra y gloria suya y más merecimiento del hombre. Empero, de ordinario,los pecados son causa de este gran trabajo. Otras veces es la causa el demesiadosentimiento y la desesperación por alguna pérdida de los bienes temporales. Otrasveceses la causa la maldición de los padres, y el ignorar los remedios contra las tentacionesdel demonio, y por no acudir a tiempo a los doctos para tomar consejo.Segundo: procurará saber el Exorcista de qué modo entraron los demonios en el cuerpodel enfermo, por que antes suelen aparecérsele en horrible y espantosa figura, y esto denoche y en lugares lóbregos y oscuros. Otras veces le espantan yatemorizan y lemaltratan lastimosamente. Otras veces entran en forma d eaire, de raton, y de otrosanimalejos. Finalmente, algunas veces, parece que le derraman por las espaldas un vasode agua fría, y que desde la cabeza a los pies se le pasea todo un ejercito de hormigas.Unas de las señales de que hace mención la Sagrada Escritura es la inobediencia delEnergúmeno, su obstinación y rebeldía a laley de Dios y cosas tocantes a su santoservicio.Segunda señal es una repentina enfermedad, que le incita furor, mordéndose las manos,echándose por el suelo, en el fuego, en el agua, y poniendose en peligro de acabar lavida.Tercera señal es si se turba en presencia de las cosas sagradas, como es la Cruz de Nuestro Salvador, las reliquias de los santos, etc., y también del mismo Exorcista. Noquierepronunciar ni quiere oir palabras santas, rehusa tomar el agua bendita, y si se leobliga a acudir al santo sacrificio de la misa se pone furioso y echa espumarajos por la boca, y sus ojos, abiertos en demasía, miran extraviados.
Uno de los indicios más verdaderos es el hablar o entender latín, sin haber estudiado, ytratar muy doctamente de los altos misterios de la Fe y Sagrada Escritura, siendounignorante; y describir o revelar secretos y pecados que no puede saber sino el mismoque los cometió.Finalmente, lo que más en cuidado pone al Exorcista es cuando el demonio, con capa deenfermedad, de tal modo se retira y esconde que s ehace dificultoso el conocerlo. Ensemejante caso aconsejo se dirija a Dios con oraciones y ayunos, y procure juntamentecon los exorcismos quitar al demonio susfuerzas; aconsejando también al enfermo aque de veras y de todo corazón se convierta a Dios por la frecuente confesión y sagradacomunión, y que con sus oraciones y limosnas solicite buen fin en tan alta empresa.
ADVERTENCIA
El escaso resultado que algunas veces suele obtener el Exorcista es debido a su muchaignorancia, no sólo en entender, sino también en leer los Conjuros. Así pues, para...
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