Santiago Arcos, km 111 y Aguilar, otros mundos

Santiago Arcos - Km 111
El nuevo cube de los años 90 presenta una notoria dispersión de tendencias, una de cuyas causas puede atribuirse a la ausencia de tópicos comunes.
Una vez cumplidos el testimonio la recensión, la crítica y la denuncia relativos al proceso militar en el cine de los 80, los cineastas actuales parecen de modo imprevisto haber abierto una nueva vía para un programa a mediasrealizado.
El cine argentino parece volver a fundar o se fundamente en un cine que se creyó capaz de elaborar conocimientos en torno a la sociedad, resistir desde la autonomía de lo estético y aun interpelar a los sujetos para la acción política.
El autor moderno es moralmente responsable y los nuevos cineastas no son por completo apáticos en relación con ese mandato, aunque este se vuelva cadavez más obsoleto.
Para el cine moderno la televisión constituyo un frente contra el cual afirmar su autonomía, pero fue también el medio audiovisual en que el cine halló su muerte, porque se realizó a la vez que traicionó el programa moderno. Para el cine contemporáneo, en cambio, la televisión parece presentarse como un medio indistinto, con mayores potenciales estéticos a partir del cual puedecontinuarse o comenzando en otros.
El desvanecimiento de la idea de puesta en escena en algunos filmes realistas actuales procede de ese vínculo con la televisión, por cierto ritmo narrativo que ella impone y por cierta estética de lo directo.
Cuando varios de los cineastas actuales pasan por la tv, el estatuto de las imágenes se vuelve indecidible, porque todas ellas siguen respondiendo a marcasautorales.
El autor contemporáneo parece haberse impuesto sobre la diferencia de los medios, cuando el autor moderno dependía como condición, a priori, de su cosibilidad de un relativo lenguaje cinematográfico.
Un doble comienzo
El nuevo cine empieza de un lado con el realismo. Pizza, birra, faso impacta asì por su carácter de indicio de esa vida lumpen que cohabita el centro urbano. Sus historiasexpresan un horizonte de espera del espectador contemporáneo y en la pertinencia de esa adecuación se sostiene el traslado de los cineastas a la televisión y su interdependencia.
Lleva a la ficción historias de interés vigente como la corrupción de la policía bonaerense.
El cine realista ofrece un mundo lejano de la realidad del mundo, como si en efecto lo distorsionará cuando buscadenodadamente reflejarlo.
Casi todo el cine argentino contemporáneo remite en sus filmes a diversas opciones poéticas y a variadas elecciones formales.
Las tendencias del cine argentino se oponen menos de lo que aparece a primera vista, porque en ellas el mundo filmado concierne tato a una relación de imagen a imagen como a un vínculo de imagen a referente, aunque este último sea el que prevalezca en laslecturas que demanda el realismo.
La imagen contemporáneamente es eminentemente legible, porque en ella no solo se da a ver el mundo puesto en imágenes sino que en ella también leemos la procedencia de las imágenes con que está compuesto.
Las elecciones actuales fieles a la tradición moderna presentan entonces un desfasaje propio de la contemporaneidad, que hace de algunas de ellas nuevas elises dela imagen.
El lazo vocal
El realismo contemporáneo exacerba la oralidad, para encontrar en su registro una eficacia de representación.
El cine realista contemporáneo vuelve a trazar el gesto populista propio del realismo criollita del cine nacional de los años 90.
La opción por el realismo lingüístico no deja de ser un arma de novedad, la irrupción se diría de una violencia dialectal, en el senodel lenguaje, del cine previo, más bien sordo a esa habla. La pulsión de novedad de los cineastas también pasa por la novedad de la lengua.
Los cineastas conoces bien la diferencia social de las palabras y las explotan al máximo porque saben que esa especie de hybris de la oralidad popular posee tanta o más eficacia que los hábitos o los actos de los individuos para el objetivo realista....