Santiago Peregrino

SANTIAGO PEREGRINO

Érase una vez, hace mucho, mucho tiempo, un hombre que todas las mañanas lo primero que hacía después de despertarse era desayunar y cuando había terminado se
iba acaminar un buen rato.
Cada día era diferente porque en sus caminatas iba contando historias muy bonitas a todas las personas con las que se iba encontrando.
Por las mañanastemprano saludaba al panadero.
-¡Qué madrugador Juan! ¡Qué bien huele tu pan!
A la hora de comer se acercaba a ver al hortelano.
-¿Han madurado ya los tomates? ¡Guárdame unas calabazas; mástarde vendré por ellas!
Por la tarde, de regreso a casa, se cruzaba en el camino con un rebaño de ovejas.
-¡Manuel! ¿Cómo están tus ovejas? ¡Ya es hora que las lleves al redil!
En supueblo todo el mundo le conocía y la quería.
-¡Santiago, no te marches tan pronto, cuéntanos otra historia!
Pero un buen día se levantó y sintió la necesidad de ir a caminar por otrossitios, otros lugares y de contar sus historias a otras gentes a las que nunca había visto.
Y así lo hizo; cogió su bastón, una pequeña mochila y empezó a caminar y alejarse cada vez más de su pueblo.Cada día caminaba un poquito y al llegar la noche, cansado de tanto
caminar, llamaba a alguna puerta.
-¡Toc, toc!
-¿Quién es?
-Soy Santiago el caminante.
-¡Vaya!, ¡Es Santiago elperegrino!
Y rápidamente le daban una sopa calentita, un buen trozo de pan y una cama calentita en la que poder dormir.
Al día siguiente cuando ya había descansado lo suficiente, selevantaba muy temprano, casi cuando el sol no había salido todavía, y se marchaba otra vez a caminar.
Atravesaba ríos, montañas, y se enfrentaba a los animales del bosque; al llegar la noche volvía allamar a otra puerta:
-¡Toc, toc!
-¿Quién es?
-Soy Santiago el caminante.
-¡Vaya!, ¡Es Santiago el peregrino!
Y una vez más le daban una sopa calentita, un buen trozo de pan y una cama calentita en...