santo del patibulo

UN BELEN SIN NIÑO DIOS
Hasta una aldehuela perdida entre los riscos cansisos y resecos de Castilla la Vieja llegó, como a toda la Península, la fiebre de la emigración a las Indias, recrudecía por la crisis que asolaba a España. En este momento nuevo menester, se dio cuenta don Gabriel de que en España no corría otro dinero que el que traían para la corona o para los hombres de empresa, losgaleones que regresaban de Indias. Lo cierto es que, después de liquidar su pequeña hacienda y emplearla en mercaderías que su experiencia le enseñaba eran de fácil venta en Indias, se les presento una oportunidad que le apareció propicia el Santa María de las Nieves, barco de un armador que conocía, y cuyo nombre era todo una consolación para viajar hacia las tierras más calientes del mundo Panamá oTierra firme. Para el labriego de Villaverde en Castilla, aprendiz de comerciante en España, no había lugar fácil allí. Y había una base buena la gente era honrada, había un ambiente de orden, de trabajo, de gran piedad religiosa, indispensable en estas colonias propicias al desarrollo de la truhanería, de la estafa, del aprovechamiento indebido de los unos por los otros. Era un siglo malo elsiglo XIX. Después, a comienzos del siglo XX, un francés barrigudo, traidor y monarquista, León Daudet, le llamaría el “siglo estúpido”, de forma sencilla porque sus ideas cavernarias de retomar la anarquía en Francia y en el mundo, habían sido como nunca golpeadas, reducidas a polvo por filósofos, políticos y economistas. En este siglo XIX habían difundido en el mundo una nota a lo que llamaron los“DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO”, papel infame, que servía para que la plebe se levante a mayores creyendo en una traída masónica: dos judíos alemanes, Marx yEngels, habían lanzado una bomba incendiaria a la cual se la llamo el MANIFIESTO COMUNISTA. Y que esos masones, entre ellos un señor OLMEDO, poeta y un señor ROCAFUERTE, escritor, andaban conspirando contra su majestad el Rey, de acuerdocon un mulato venezolano, FRANCISCO DE MIRANDA que habían peleado a favor de la Revolución Francesa y en contra de los reyes y se había manchado con la sangre venerada de SU MAJESTAD EK REY JUSTO, LUIS XVI de Francia y su sacrosanta familia, con un loco colombiano ANTONIO DE NARIÑO, y con un indio condenado en Quito, un tal EUGENIO ESPEJO. Perdida casi toda la hacienda y perdidas las ganas deregresar a España fracasado todo menos eso resuelve en jugarse la vida que ya está perdida, a la carta del matrimonio con una mujer principal y con dote apetitosa. Entre ellas se distinguía la MERCEDES MORENO de 30 años de edad, que pertenece a lo más empingorotado de esa criollera de primera generación guayaquileña, con muchos pergaminos extraviados o “caídos en el mar”. La mujer se las traía, síseñor. Talle cimbreante, color blanco, pálido por el calor y por la guardada que vivía, facciones regulares, nariz un poco aguileña y frente despejada. Sonríe poco, pero cuando fija los ojos en uno se queda temblando. No es bonita, menos simpática. Pero eso sí, una guapa hembra, llena de señorío y dignidad al caminar, en el portarse, en el hablar en donde su familia pertenece a muchas de las empresasflorecientes en comercio y exportación de productos. El 24 de septiembre de 1809, se unieron ante Dios y los hombres el emigrado español GABRIEL GARCIA GOMEZ, con la distinguida dama guayaquileña doña MERCEDES MORENO. En la familia menos cercana de doña Mercedes Moreno había recaudadores de la REAL HACIENDA, JESUITAS, RABULAS, FUNCIONARIOS DEL REY. Mientras tanto, la familia crecía, con unafecundidad del antiguo testamento, la esposa católica de DON GABRIEL trae a este valle hijos e hijas que aumentarían la legión de defensa de la religión y la corona. Esos masones que en grados más elevados de algunas logias continentales, expresan en forma plena el odio a Cristo, donde eran los que pedían su crucifixión, en donde el tiempo asesinarán a sus sacerdotes y profana la Hostia bendita....