Sapo enamorado
—Hola Sapo —dijo Cochinito—. No te ves bien. ¿Qué tienes? —Nosé —dijo sapo—. Tengoganas de llorar yde reír al mismotiempo. Hay algo que hace tunktunkdentro de mí, aquí. —Quizá tienes gripe —dijoCochinito—. Mejor te vas a acostar. Sapo siguió su camino. Estaba muypreocupado.
Entonces pasó por la casa de Liebre.—Liebre —dijo—, no me siento bien. —Pasa y siéntate —dijo Liebre amablemente—. Ahora cuéntame, ¿qué te pasa? —A veces tengocalor y a veces tengo frío— dijo Sapo. Y hayalgoque hace Tunk tunkdentrodemí, aquí. Y se puso la mano sobre el pecho. Liebre pensóprofundamente, comoun doctor de verdad. —Ya veo —dijo—es tu corazón. El míohace tunktunktambién. —Peroel mío algunas veces hace tunktunkmás rápidode lo normal —dijo Sapo. —Liebre sacóde su biblioteca un enorme libro ypasó las páginas. —¡Aja!— dijo —Oye esto. Latidos acelerados, sudores fríos ycalientes...¡Estás enamorado! —¿Enamorado?—preguntó Sapo sorprendido—. ¡Guau! ¿Estoy enamorado?
Y se pusotancontento, que de un salto salióde la casa ybrincó hasta el cielo. Cochinito se asustó cuandovioa sapo caer del cielo.
—Parece que estasmejor —dijo Cochinito —Estoy mejor. Me siento muy bien —dijo Sapo. Estoy enamorado. —¡Qué buena noticia! ¿Y de quién estás enamorado? —preguntó Cochinito. Sapo no había pensadoen eso. —Ah, ¡ya sé!—dijo—Estoyenamorado de la linda yencantadora Pata blanca. —No puedes —dijo Cochinito—. Un sapo no puede enamorarse de una pata. Tú eres verde y ella es blanca.
PeroSapo no se preocupópor eso. Sapo no sabíaescribir, peropodía pintar.
Cuando regresóa sucasa, hizo un hermoso dibujo, con rojo, azul y mucho verde, su color favorito. En la tarde, al oscurecer, salió con su dibujoy llegó hasta la casa dePata. Metióel dibujo debajo de la puerta. Su corazónpalpitaba de la emoción. Pata se sorprendiómuchocuando encontróel dibujo.
—¿Quién me habrá mandado este dibujotanbello? —preguntó...
Regístrate para leer el documento completo.