Sapos, Lornas y otras Especies
A los trece hubiera comido basura con tal de tener un par de zapatillas puma. a veces me soñaba sentado en la cama de mi habitación sacando de su cajaalemana unas de cuero blanco y banda azul curvada que, según mis reflexiones adolescentes ,estilizaba la cola de un felino rampante.luego ponía una de de las zapatillas ala altura de mis narices y,con la emoción de quien alza a su primogénito por primera vez ,aspiraba largamente aquel cuero que había cruzado el Atlántico para terminar ,quiensabe por que circunstancias ,pisando polvo en una mediana ciudad del norte peruano.en mis sueños también me veía sentado con angustia en la misa a la que nos obligaban aasistir los curas del colegio , preguntándome si valía la pena ganarme un pecado mortal con tal de lucirlas en publico.el cura Epósito habría caído fulminado por la furiasi se hubiera enterado de que ,para los adolescentes de Trujillo, el pasillo de su iglesia que conducía a sus feligreses al altar era la pasarela de u desfile de modasdonde podíamos despertar envidias y hacer demostraciones de poder .De haber llegado a tener un par de Pumas es muy posible que se hubiera animado a comulgar sin habermeconfesado.Se me habría hecho irresistible la idea de avanzar lentamente por aquella alfombra roja camino al cuerpo y la sangre de Cristo,sabiendo que ,con toda seguridad,miscompañeros estarían examinándome del cuello a los pies , si usas polo Lacoste y jeans Jordache te voy a respetar un poco mas si usas una camisa sin marca y un jean nacional,hasta que mis Pumas hacen su aparición imponente a la hostia ,despertando envidias porque son la marca mas difícil de conseguir en seiscientos kilómetros a la redonda.
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