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Sus numerosaa experíencías personales a lo largo de cuarenta y cin­ co años de infatigable labor, relatadas con calidez y sentido del hu­ mor, son a la vez una fuente deinspiración y un modo de establecer un vínculo con el lector, que se sentirá tan conmovido y estimulado por este libro como el público del más eximio de los artistas.

B. SARASON es profesor emérito depsicología de la Uni­ versidad de Yale, En 1962 fundó y dirigió la Yale Psycho­ Educational Cl~c, uno de los primeros centros dedicados a la investigación y capacitación en psicología comunitaria. Hasido premiado por la American Psychologícal Assocíatíon y la American Associatíon on Mental Deficiency.
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ditorio es diferente, las metas últimas son. diferentes y loslibretos (el curriculum) son diferentes, pero hay dos cosas que no lo son: el docente quiere que el auditorio de alumnos lo considere interesante, estimulante, creíble, alguien que los ayuda a versea sí mismos y su mundo de un modo nove­ doso y más vasto, alguien que satisface su necesidad de nue ­ vas experiencias que los abstraigan de su identidad habi ­ tual, alguien a quien vuelven con gustoporque quieren ver el siguiente acto de una obra sobre el aprendizaje. Y los do­ centes enseñan en un sistema que sólo habla de la boca para afuera de la necesidad de comprender las exigencias delrol docente.
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5. El docente como actor

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La historia social y cultural de una nación siempre haaportado el contexto determinante de la elección de carreras que hacen sus habitantes. Como lo documenta esa historia, . las transformaciones en el contexto producen inevitables cambios respecto dequiénes eligen una u otra carrera, y por qué. En el pasado, por ejemplo, la opción de dedicarse a la abogacía, la medicina, el servicio público o el clero estaba en gran medida predeterminada por la...