SARGENTO CANUTO
EL SARGENTO CANUTO
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MANUEL ASCENSIO SEGURA
EL SARGENTO CANUTO
PERSONAJES:
DON SEMPRONIO
JACOBA
INCOLAZA sus hijas
CANUTO, sargento
CAZOLETA, cuartelero
PULIDO CEREZO, pretendiente de JACOBA
JUAN, pretendiente de NICOLASAEL ESCRIBANO (Sigismundo)
TARIMA, mozo del ESCRIBANO
CAMOTE, criado de DON SEMPRONIO
La escena en Lima en 1838
Sala en casa de don Sempronio pobremente amueblada.
ESCENA I
Jacoba y Nicolasa
JACOBA(Quitándose la saya.) ¡Jesús, niña, qué calor!
¡Qué saya tan ajustada!
No he visto cosa prestada
que buena sea. ¡Ay, Señor!¡Qué demonio! ¡Si te digo
que he estado toda la tarde
con más rabia...! Dios me guarde
de semejante enemigo.
¡Caramba!, pues no es petardo
que nada pueda una hacer
con libertad! ¿Puede haber
mayor martirio? ¡Estoy que ardo!
NICOLASA Pero, Jacoba, ¿qué ha habido?
Cosas del viejo, sin duda...
Si es preciso estarse muda
cuando él estádivertido.
JACOBA No, Colasa, ese demonio
de Canuto, ese borrico
que de cuanto yo practico
ha de dar fe y testimonio,
es el que me ha hecho pasar
la tarde más endiablada.
¡Si estoy tan acalorada
que no puedo ni aun hablar!
Pegado a mí como liga
se ha estado este majadero,
diciéndome que lo quiero
y se lo oculto; fatiga
me hadado oírlo, Colasa.
¡Qué gritos, qué dicharachos!
¡Qué torcerse los mostachos!
¡Qué contonearse! ¡Qué traza
tan extravagante! ¡Necio!
¿Yo había de hacerle caso?
Vaya al diablo el candidaso
que le oiga tanto adefesio.
NICOLASA Si yo hubiera estado allí,
no sufro sus necedades,
y le digo claridades.
que lo pongo como ají.
¡Buenasoy yo!
JACOBA ¡Y qué!, ¿tú piensas
que se hubiera corregido?
¡Si estos hombres son y han sido,
Colasa, muy sinvergüenzas!
NICOLASA No, nunca es malo, porque
son tales estos villanos,
que si una les da las manos,
luego se toman el pie;
y más, al que no se estima,
no se le calla, Jacoba,
porque juzga que una es boba
y al instantese va encima.
JACOBA De modo que, según veo,
ya no puedo divertirme,
porque ha dado en perseguirme
este hombre en todo paseo.
Bien sabes que si yo salgo
sólo es por ver a Pulido...
¡Pobrecito! ¡Qué aburrido
estaba por decirme algo
de sus amores! Don Juan
también en el cuarto estuvo,
y con los ojos anduvo
buscándote con afán,desde el instante que entró;
y no viéndote, al descuido,
me dijo: « ¡Qué!, ¿no ha venido
la hermana de usted?», y yo
conociendo que, al no verte,
se puso como enojado,
le dije: «En casa ha quedado
con un catarro muy fuerte.»
Se serenó, y al instante
se despidió cortésmente,
y quedamos solamente,
en el cuarto, yo, mi amante,el tal Canuto y el viejo.
El uno no despegaba
de mí sus ojos; volaba
el militar; y perplejo,
nuestro padre no perdía
de vista a ningún torero,
relatando con esmero
la diferencia que había
de este tiempo al de Abascal;
y poniendo por los cielos
a un tal «No muchos pañuelos»,
a Breña, y a Cantoral...
¡Ah!, se me estabaolvidando
contarte lo más preciso.
¿Sabes que ese hombre tan liso
con Pulido está rabiando
y que está con él celoso?
En verdad, tiene razón;
porque le tengo pasión,
y hago bien, que es muy buen mozo.
Yo esperaba a cada instante
que alguna camorra armara.
¡Jesús, Dios mío, qué cara
le ponía!
NICOLASA Habrá tunante!
Y dime ¿con...
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