SAVATER
«Hay cuatro cosas que ningún buen profesor de filosofía debería ocultar a sus alumnos:
- primera, que no existe «la» filosofía sino«las» filosofías y sobre todo el filosofar: «La filosofía no es un largo río tranquilo, donde cada cual puede pescar su verdad. Es un mar en el que mil olas se afrontan, donde mil corrientes seoponen, se encuentran, a veces se entremezclan, se separan, vuelven a encontrarse, se oponen de nuevo... Cada uno lo navega como puede y es a eso a lo que llamamos filosofar»2. Hay una perspectivafilosófica (frente a la perspectiva científica o artística) pero afortunadamente es polifacética;
- segunda, que el estudio de la filosofía no resulta interesante porque a ella se dedicaron talentos tanextraordinarios como Aristóteles o Kant, sino que dichos talentos nos interesan porque se ocuparon de esas cuestiones de vasto alcance que tanto cuentan para nuestra propia vida humana, racional ycivilizada. O sea, que el empeño de filosofar es mucho más importante que cualquiera de quienes mejor o peor se han dedicado a él;
- tercera, que incluso los mejores filósofos dijeron notables absurdos ycometieron graves errores. Quienes más se arriesgan a pensar fuera de los caminos intelectualmente trillados son los que más riesgo corren de equivocarse, dicho sea como elogio y no como reproche.Por tanto la tarea del profesor de filosofía no puede ser solamente ayudar a comprender las teorías de los grandes filósofos, ni siquiera debidamente contextualizadas en su época, sino sobre todomostrar cómo la correcta intelección de tales ideas y razonamientos pueden ayudarnos hoy a nosotros a mejorar la comprensión de la realidad en que vivimos. La filosofía no es una rama de la arqueología nimuchos menos simple veneración de todo lo que viene firmado por un nombre ilustre. Su estudio debe remunerarnos con algo más que un título académico o cierto barniz de «alta cultura»;
- cuarta,...
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