saxofon
El cabello largo y negro de Shannon flotaba alrededor de su cabe-
za como si fuera un velo líquido. Debajo de su cara, King Goldie se
asomó con suspicacia desde el arrecife de coralplástico sin haber decidido aún si se uniría a la niña en su juego acuático. Imitando a Marine Boy, su héroe, Shannon había comenzado a practicar para ver
cuánto tiempo podía contener la respiración bajo elagua. El tanque
de King Goldie era perfecto para sus experimentos. El pez dorado
nadaba en círculos bajo su nariz y generaba un remolino diminuto.
Shannon observó las ondulaciones cristalinas y sesintió peculiarmente atraída. Era como un túnel suave y fresco; por un instante
habría jurado que había algo ahí, al final, del otro lado: manchitas de
luz que bailaban, la llamaban, la jalaban.No, que la empujaban, ¡y la
empujaban con mucha fuerza! Cierto peso sobre la nuca de Shannon
hizo que se sumergiera más en la pecera; burbujas de frenesí escaparon de su boca. Colocó las palmas sobrela pulida superficie del
tanque de vidrio; sus pulmones ardían. Trató de liberarse, pero la sujeción sobre su cuello no cedía. Un grito apagado rasgó la turbulenta
agua alrededor de su cabeza, y apesar del enloquecedor tintineo en
sus oídos, Shannon pudo distinguir la voz de Nana. Su mano se
transformó en una garra. La sacó con tanta fuerza que el tanque
se desequilibró sobre la mesa y cayóal suelo haciéndose añicos.
—En el nombre de Dios, ¿qué estabas tratando de hacer?
—cuestionó Nana al mismo tiempo que revisaba a la mojada y
temblorosa niña.
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El amor sobre todas-int.indd 72/22/12 11:29 AM
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ISHA
—La estaba sacando de la pecera, Nana. Un día de estos esa
niña va a llegar demasiado lejos con sus juegos —dijo Katrina, la
hermana mayor de Shannon mientrasaplanaba las arrugas de su
blusa.
—¡Mentira! —gritó Shannon, tosiendo y escupiendo—. ¡Estabas tratando de matarme!
La desgarbada joven se rió burlonamente.
—Por favor, como si no tuviera algo...
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