Schmitt Catolicismo y forma política

Schmitt – Catolicismo y forma política

La Iglesia como complejo histórico y como aparato administrativo, constituye la prosecución del universalismo del Imperio romano. Aquella pasión anticatólica tampoco puede ser entendida como una reacción nacional o local contra el universalismo y centralismo.
Esta particular formal del catolicismo consiste en la estricta aplicación del principio de larepresentación.
El concepto católico de la naturaleza es ajeno a una tal escisión entre un mundo del trabajo humano, racionalista y tecnificado, y una naturaleza romántico-intacta. Con la Iglesia no congenia la desesperación de la antítesis ni el orgullo ilusionado de sus síntesis.
Por ello, a un católico debería parecerle una dudosa alabanza el que se deseara convertir a su Iglesia en el poloantitético de la era mecánica.
Sorel haya buscado la crisis del pensamiento católico en la reciente vinculación de la Iglesia con el irracionalismo. La argumentación católica se basa en una especial modelo de pensar que emplea una lógica jurídica específica para sus demostraciones y que se halla interesado en la dirección normativa de la vida humana social.
La imagen del mundo de los empresariosindustriales se parece a la de los modernos proletarios industriales como un gemelo a otro. Por eso se entienden bien entre si cuando luchan juntos por un pensamiento económico. El socialismo, en la medida en que se ha convertido en la religión de los proletarios industriales de las grandes ciudades, opone al gran mecanismo del mundo capitalista un antimecanismo fantasioso, y el proletariado consciente declase se ve a sí mismo como el legítimo, adecuado señor de este aparato, y contempla la propiedad privada del empresario capitalista como un residuo de una época técnicamente anticuada.
Este racionalismo radica en lo institucional y es esencialmente jurídico: hace del sacerdocio un oficio. El papa el representante de Cristo. El oficio se hace independiente del carisma, el sacerdote recibe unadignidad que aparece totalmente abstraída de su persona concreta. Su oficio se liga al encargo personal y a la persona de Cristo. En estas distinciones radica la fuerza creativa racional y, la humanidad del catolicismo. Permanece en lo humano-espiritual; sin sacar a la luz la oscuridad irracional del alma humana, le da una dirección. No da, como hace el racionalismo económico-técnico, recetas paramanipular la materia.
El auténtico miedo católico procede de saber que el concepto de lo racional se tergiversa de una manera fantástica para el sentimiento católico, porque se llama racional a un mecanismo de producción que se halla al servicio de la satisfacción de cualesquiera necesidades materiales, sin que se pregunte por la única racionalidad esencial, la de los fines, que es para los que sedispone el supremo mecanismo racional.
El catolicismo es político en un sentido eminente. La mecánica política tiene sus propias leyes, que se hacen extensivas al catolicismo. Ningún sistema político puede perdurar una sola generación valiéndose simplemente de la técnica del mantenimiento del poder. La idea es parte de lo político, porque no hay política sin autoridad y no hay autoridad sin unEthos de la convicción.
A partir de la pretensión de ser algo más que lo económico, en lo político surge la necesidad de fundamentarse en otras categorías. Lo que pongan en marcha será política, la promoción d un tipo específico de validez y autoridad.
El papa es el soberano del Estado pontificio.
La Iglesia es una persona jurídica. La Iglesia es na representación personal y concreta de unapersonalidad concreta. Es la portadora del espíritu jurídico. En esa capacidad que tiene para la forma jurídica. Tiene energía para adoptar esta forma o cualquiera otra porque tiene la fuerza de la representación. Representa en cada momento el nexo histórico con la encarnación y crucifixión de Cristo. En su capacidad representativa radica su ventaja sobre una era de pensamiento económico.
La Iglesia es...