Schopenahuer En La Voluntad De Azorín

PRESENCIA DE SCHOPENHAUER EN LA VOLUNTAD DE AZORÍN



1.- INTRODUCCIÓN.
Podemos situar en torno a 1870 las primeras referencias a la filosofía pesimista alemana en nuestro país, diez años después de la muerte de Schopenhauer. Se produce en este tiempo un notable acercamiento, en el ámbito de la cultura española, al arte y la filosofía germánica, acercamiento que es recíproco. JuanValera da testimonio de ello: «Los alemanes, más que nadie, ensalzando nuestras cosas como se merecen, se puede afirmar que han contribuido a que volvamos con amor los ojos hacia ellas»[1]. Sin embargo, es a partir de 1875, con el escrito Ensayos sobre el movimiento intelectual en Alemania, del joven estudiante de filosofía José del Perojo y Figueras -que había sido discípulo del neokantiano KunoFisher en la Universidad de Heidelberg-, cuando el "fenómeno Schopenhauer" comenzó a tener una fuerte pujanza en España[2].
De aquí en adelante, será muy frecuente toparse con abundantes referencias a la filosofía pesimista de Schopenhauer, tanto en el campo de la filosofía como en el de la literatura. Se inscribe dentro de este contexto el escritor ovetense Leopoldo Alas Clarín, al que másadelante nos referiremos, que dedica al filósofo alemán multitud de elogios. También se destaca por su adhesión al pesimismo schopenhaueriano la escritora gallega Emilia Pardo Bazán y muy matizadamente y con muchas reservas, el mismo Unamuno, que llegó a traducir una obra suya: Über den Willen in der Natur. No obstante, hay que hablar más de temáticas afines que de influencia propiamente dicha entreSchopenhauer y Unamuno, el cual fue distanciándose y desligándose relativamente de la filosofía alemana con el correr del tiempo: «He ido dejando a alemanes y franceses [...] por ingleses e italianos, periféricos, que encajan mejor con nosotros»[3].
Capítulo aparte requiere la influencia de Schopenhauer en toda la generación del 98, la cual fue realmente trascendente. Hasta tal punto que InmanFox, estudioso de Azorín, Baroja, Maeztu, etc., ha considerado que es Schopenhauer y no Nietzsche el autor que debiera ser considerado como «el guía espiritual de la generación de 1898»[4]. Dentro de esta línea, voy en lo sucesivo a ocuparme del efecto que causó el pesimismo schopenhaueriano en un autor como Azorín, eligiendo para ello la novela donde más claramente puede observarse: La voluntad(1902).


2.- EL PESIMISMO DE AZORÍN.
José Martínez Ruiz, Azorín, (1873-1967) entabla relación con el pesimismo alemán estando en Valencia, lugar donde inicia sus estudios universitarios en Derecho, que nunca terminará por carecer de interés para él. En esta ciudad, Azorín toma contacto con las últimas corrientes del pensamiento y del arte, y lee por primera vez la poesía de Leopardi, dequien Azorín dice lo siguiente: «Leopardi, lector, no es un pesimista; es el Pesimismo hecho hombre»[5]. El poeta italiano será, pues, quien haga saltar la chispa pesimista en Martínez Ruiz.
Nietzsche será también una clave fundamental en la obra de Azorín. A principios de siglo se produce una orientación de todos los jóvenes intelectuales hacia Nietzsche: «España necesita comunicación estrechacon Europa. Nosotros veíamos entonces representada a Europa, principalmente, por Federico Nietzsche.»[6]. La obra Schopenhauer como educador aconsejaba a sus lectores que escogiesen un maestro, un educador. Nietzsche escoge a Schopenhauer como consejero espiritual que le proporciona la liberación. Lo que admiraba de él era su sinceridad, que no quisiera engañar a nadie, ni siquiera a él mismo,recurriendo a esperanzas de tipo teológico. A través de Nietzsche, Azorín se acerca a Schopenhauer. La profesora Anna Krause afirma que, sobre todo, la primera parte de La voluntad, es una proyección del ya citado escrito de Nietzsche[7]. En La voluntad, Antonio Azorín es el discípulo de Yuste, personaje que encarna el espíritu pesimista y trágico de Schopenhauer. Sin embargo, Martínez Ruiz,...