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Todo empezó así:

— Isabella, pase al frente. —Indicó el profesor.
Isabella estaba preparada para su defasta interpretación de Julietta, si, cómo odiaba teatro. Y no era que la materia fuera muydifícil, si no que el profesor era una historia diferente. Que le gustara o no actuar, eso quedaba de lado, si quería superar a Natalia y Angelina en promedio, debía hacer hasta lo imposible parasacar una buena nota.
Tomó aire antes de levantarse de su pupitre y caminar lentamente al frente de todos sus compañeros de clase, con el guión en la mano. Una vez ubicada en su lugar, el temor lainvadió, todas las miradas estaban posadas en ella, sintió como su estomago se encogía y se encogía. Tomó aire nuevamente, miró al público y capto las señas disimuladas de Natalia, una de sus mejoresamigas; ésta le señalaba a él, siempre él. Menudo error cometió al hacer público su lunático amor por Santiago, ¿Qué pensaba? ¿Qué él le pediría ser su novia luego de que todo saliera a luz? Ojala. Él,como casi siempre, tenía la vista clavada en su cuaderno, haciendo garabatos sin sentido y alborotándose el pelo, mala costumbre de él. Isabella rodó los ojos, jamás la dejarían en paz.
Empezó ahablar su parte, la parte que, según ella, era la más gastada y vergonzosa.
—No eres tú mi enemigo. Es el nombre de Montesco, que llevas.— Leyó del guión, con el tono más fingido que supo usar. Siemprela misma obra. Romeo y Julietta por aquí, y Romeo y Julietta por allá, y no era que le gustara mucho la historia, de hecho, la encontraba cursi. Pero ya que, quizás esa historia jamás dejaría de sertan popular.
Luego de soportar risitas y bromas del público, que en realidad eran sus amigos de clase, dió por finalizada su actuación y todos aplaudieron, riéndo aún. Todos ellos, a pesar de a vecespasarce de la raya con respecto a las bromas, eran sus amigos de toda la vida. Desde primaria es el mismo grupo, la clase "A" siempre los de mejor promedio y peor conducta. Y aún, ahora en tercer...