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Había una vez un perro que era un auténtico campeón de las carreras, pero al que el éxito había vuelto vanidoso, burlón y antipático. La principal víctima de susburlas era una pequeña tortuga, al que su andar lenta y torpona impedía siquiera acabar las carreras.













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Un día el gato, el encargado deorganizarlas, publicó en todas partes que su favorito para la siguiente carrera era la pobre tortuga. Todos pensaban que era una broma, pero aún así el vanidoso perro seenfadó muchísimo, y sus burlas contra la tortuga eran cada vez más. Esta no quería participar, pero era costumbre que todos lo hicieran, así que el día de la carrera se unióal grupo que siguió el gato hasta el lugar de inicio.









El gato los guió montaña arriba durante un buen rato, siempre con las mofas sobre la tortuga,sobre que si bajaría resbalando sobre su caparazón...
Pero cuando llegaron a la cima, todos callaron. La cima de la montaña era un cráter que había rellenado un gran lago.Entonces el gato dio la señal de salida diciendo: -La carrera es cruzar hasta el otro lado. La tortuga, emocionada, corrió torpemente a la orilla, pero una vez en elagua, su velocidad era insuperable, y ganó con una gran diferencia, mientras el perro apenas consiguió llegar a la otra orilla, lloroso, humillado y medio ahogado.Y aunque parecía que la tortuga le esperaba para devolverle las burlas, esta había aprendido de su sufrimiento, y en lugar de devolvérselas, le sonrió.
Aqueldía todos se divirtieron de lo lindo jugando en el lago. Pero el que más lo hizo fue el gato, que con su ingenio había conseguido bajarle los humos al vanidoso perro