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FALSA REALIDAD


El fastidioso ruido del apartamento que se encontraba en remodelación, el sonar de la porra contra la pared, obreros gritando y otros cantando canciones populares, todo ellointerrumpía el sueño placentero que por largo tiempo estuve esperando durante toda la semana, tras las largas noches desveladas tratando de terminar los extensos trabajos de la oficina de los cuales no mepagarían las horas extra que les dedicaba, al menos no quería ser un desempleado más o tal vez los hacía por el simple hecho de que no tengo a nadie con quien compartir mi tiempo libre.
El díaanterior, después de salir del trabajo quería hacer algo diferente y tratar de romper con la monotonía que aburría mi vida y la hacía poco interesante, entonces aproveché que un compañero de la oficinaharía una fiesta para festejar su ascenso y sin pensarlo acepte su invitación, solo quería cambiar de ambiente, sentirme joven otra vez, quitarme de encima la enorme responsabilidad del trabajo y despejartodo el estrés que me abrumaba, compre unas botellas de licor y las lleve a la fiesta. Al llegar estaban todas las secretarias del trabajo pero en especial Laura, la secretaria del jefe, una belladama, alta, delgada, de rostro fileño y piel color canela, yo, desde hace varios años había deseado la oportunidad de poder entablar una conversación con ella, el gran problema es que se me dificultasocializarme ya que en mi juventud sufrí de maltratos y abusos por parte de mis compañeros hasta la universidad, esto me convirtió en una persona seria, aburrida, amargada y muy cerrada, siempre hepensado en vengarme de todas esas personas que robaron mi felicidad durante la infancia, pero aún no está en mis planes, ahora solo quiero disfrutar mi vida y darle un nuevo rumbo, por eso, esa nochedecidí arriesgarme y hacer todo lo que por mucho tiempo había dejado a un lado, por eso me serví tres tequilas, me dirigí al asiento de Laura y la salude muy cordialmente, me miro con extrañeza y lanzo...