Señor Señor
Una de las frases favoritas de la Biblia es la que reza: “No todo el que me diga ¡Señor, Señor!, entrará en el reino de los cielos”. (Mateo, 7,21).
Y me llama la atención por lacantidad de hipócritas que hay en la Tierra con un doble juego, una doble vida, dando un testimonio contrario a la fe que profesan. Esto se ha masificado tanto que ya no solo se nos atribuye a loscatólicos, como lo querían hacer ver las religiones que nos adversan, se ven en cristianos evangélicos, protestantes y pentecostales. La falsedad humana no tiene dimensión, se extendió como epidemia que seve en todos los ámbitos de la vida social.
Que tremendo es observar personas que se la pasan metidas en una iglesia, rezando, dándose golpes de pecho, y salen de ahí a continuar sus asuntos socialesy de trabajo, pero sacando su verdadera personalidad, que no es la de caridad y amor al prójimo, sino que muestran un demonio muy distinto al que aparentan en su templo… Engañando ¿a quien?, porqueengañaran a los hermanos en Cristo, a los curas, o a los pastores, pero al que está en los cielos no lo pueden engañar. “Señor, tú me sondeas y me conoces cuando me siento o me levanto, de lejospenetras mis pensamientos; distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares”. (Salmo 138, 1-3).
Dios valora al cristiano por sus buenas obras, pero muchas personas que se congregan enlos templos salen de allí a sus comunidades y a sus trabajos y siembran cizañas y maldad, fomentan odio, chisme, egoísmo y envidia entre sus hermanos y compañeros de trabajo.
Definitivamente no bastarezar, orar, darse golpes de pecho, arrodillarse, ponerse franelas con palabras de Dios y ni siquiera llevar la Biblia debajo del brazo. Eso será necesario para los farsantes, pero no suficiente parael plan salvador de Dios.
Todos a reflexionar cuando en sus iglesias digan “Señor, Señor…”, porque de nada sirve ante aquel que todo lo ve.
No me queda otra que seguir haciendo bien mi trabajo,...
Regístrate para leer el documento completo.