Se necesita una vida










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En el primer capítulo, el autor recalca la importancia que tiene la química sobre él, que cuando estaba rodeado de científicos escuchando fórmulas y reportes sobre la ciencia,visitando centros especializados y participando en estudios, las neuronas de su nucleus accumbens recibían en exceso, es decir, la química era el centro del placer para él.
En mi caso, no, es decir,yo también tengo las ‘‘nucleus accumbens’’ solo que la dopamina que reciben estas últimas no es producto de estar rodeado de científicos, ni de asistir a centros especializados en la ciencia, ni deescuchar dichos reportes; obviamente no, pero cuando estoy aburrido en casa, sin hacer nada, llega un amigo y me dice, ‘’Hey, alístese que vamos a jugar fútbol en una sintética con unos manes ahí’’, ocuando estuve observando los últimos 15 minutos de la final de la Champions, u otros eventos, etc. Entonces, es ahí cuando llega dopamina a mis ‘‘nucleus accumbens’’ y realmente siento placer.
Deacuerdo con el autor, a mí me pasó una cosa muy similar, por no decir igual, por supuesto, no es nada de química.
Por un buen periodo de mi juventud, yo estuve ‘’enganchado’’ a un juego online, querealmente me emocionó y me divertí mucho jugándolo; obviamente, por esos tiempos, debió pasar mucha dopamina a mis ‘‘nucleus accumbens’’ porque cada vez me gustaba más y más. Eran tan grandes mis dosis,que estaba casi hasta días enteros, ahí sentado, jugando frente a una pantalla, que al principio no le encontré el ‘’¿por qué no?’’; me parecía muy divertido.
A lo largo del tiempo mis amigos mellamaban a jugar fútbol, a salir, cine, etc. Yo siempre les dije que no, claro, prefería estar jugando que socializar ir con ellos y socializar.
Si en ese momento me hubieran puesto un aparato que muestrecon imágenes lo que más quería hacer o que más me emocionaba en ese entonces, salían imágenes de tal juego.
Para el autor de ‘‘Ladrón de cerebros’’ el MIT era su centro de placer, para mí era estar...