Se; Or
I PERIODO
Estudiante: ____________________________________ Grado: 10º___
Área: Educación Religiosa Escolar Fecha: enero de 2013
Asignatura: Educación Religiosa Tipo de Guía: control
Docente: Mauricio Amézquita Londoño Tiempo de Duración: 90 min.
Logro: Identifica la dimensión trascendente de lapersona humana y la conciencia religiosa que están presentes en las diferentes culturas.
Adaptación del texto “Repensar la religión”. La religión ante la cultura actual de J. Amando Robles (Sociólogo de la religión Universidad Nacional Heredia, Costa Rica) 1. La religión en crisis. Crisis y dueloDuelo remite a dolor, a algo negativo. Pero, bien mirado, sólo del duelo elaborado en profundidadpuede surgir algo nuevo, con todo lo que lo nuevo tiene de conmovedor. En efecto, hacemos duelo cuando hemos perdido algo o a alguien. Pero cualquier terapeuta medianamente formado sabe que lo que lloramos y nos duele no es tanto la “pérdida” de algo o alguien exterior diferente de nosotros, cuanto la “ruptura” de valores en nuestro propio interior originada con ocasión de tal pérdida. No lloramostanto la partida de alguien como la ruptura de nuestro proyecto, la “partida” de algo que fuimos y nunca más volveremos a ser. Sufrimos porque estamos en una situación poco agradable, entre algo que se fue y algo que no acaba de emerger ante nosotros; porque ya no podemos ser ni vivir como antes, pero tampoco de golpe podemos vivir y ser otra cosa nueva, aunque éste es el reto. Algo así es lo queestá sucediendo con la religión, o al menos así lo perciben sobre todo sus responsables y sus hombres y mujeres pensantes, que generalizan este sentimiento hablando de «malestar de la cultura». Aunque, a decir verdad, es la religión como un todo la que está en crisis.Crisis aquí significa pérdida grave de credibilidad por lo que refiere al mensaje. Contra lo que muchos piensan, la crisis actual esde contenidos, no de personas; es de concepción, no de fidelidad. Contenidos enteros que tiempos atrás fueron evidentes y aceptados como tales, hoy son rechazados. Por lo que refiere a ciertos aspectos se tiene la impresión de estar asistiendo a un verdadero desplome. Y esto produce mucho dolor. De ahí la sensación real de duelo. Se podría decir que se puede vivir sin la compañía de quien partió,lo que no se puede es vivir sobre las seguridades sobre las que se vivía, porque hicieron agua. Las iglesias sufren, porque ya no pueden transmitir su mensaje tan confiadamente como lo hacían antes. Y cuanto más intentan transmitirlo, creyendo que es un problema de falta de insistencia y de coraje, más el mensaje transmitido rebota, y más sufren.Ante una situación así hay que elaborar el duelo.No hay otra alternativa. Ahora bien, hay maneras diversas de hacerlo. Una manera es ignorándolo. Se toma como un accidente y se intenta vivir como si nada ha pasado, como si todo sigue siendo válido. Falta definitivamente algo o alguien, pero se actúa o se intenta actuar como si el proyecto de uno permaneció intocado. Todo sigue igual, con el mismo futuro por delante. En el fondo, aquí no hayelaboración de duelo. Lo que hay es un intento por reforzar las seguridades que entraron en crisis.Otra manera de enfrentar la ruptura es intentando dar cabida a la nueva experiencia pero siempre dentro de la anterior estructura. Se llora por un tiempo, se siente la ausencia, cómo no, se percibe más que antes la propia fragilidad y la del propio proyecto, se someten a terapia las partes más débiles, sedescubre y acoge la sensibilidad de otras, se echa mano de ciertos sustitutos, llámense éstos más religiosización de la vida, una mayor espiritualidad, cierta sensibilización ecológica y social pero, como decíamos, la estructura fundamental sigue siendo la misma. Aquí hay más elaboración de duelo, sin duda; se han reciclado los valores y actitudes que más hacían sufrir, pero no se dejó emerger...
Regístrate para leer el documento completo.