Sebas Y Sus Zapatito

En una hermosa ciudad de los Costas ecuatorianas, vivía Sebas junto a sus hermanitos y su mama. A sus 8 años, y al igual que otros niños de su edad, su pasión era jugar futbol, corretear a las orillas del rio más cercano, comprar caramelos o jugar canicas. Todo era normal en su vida; sólo que, a mas de sus tareas escolares, debía compartir su tiempo ayudando a su madre en el Mercado Central,donde vendían frutas y legumbres.
-¿Por qué tenemos que levantarnos tan temprano mami. Déjame dormir un poco más. ¿SÍ? -rogaba Sebas, más dormidito que despierto.
-Tenemos que pasar recogiendo las frutas y luego llevarlas al mercado, ya lo sabes hijo, lo mismo que hacemos todos los días. ¡Así que…… a levantarse, dormilón! -dijo su mamá Lucrecia.

Todavía con cara de sueño, y un pocoenojado, salió Sebas junto a su madre y su hermano menor Pancho, rumbo al trabajo.
-Ustedes traigan los bultos de legumbres y yo empiezo a ordenas todo aquí –dijo la mama.
Los niños se dirigieron a la esquina del mercado donde desembarcaron todos los camiones llenos de vegetales y frutas. Sebas podía percibir; de lejos, el olor del banano fresco que llegaba y también del café, dos deliciosos aromasque los podía reconocer a ojos cerrados.
En su camino jugaban canicas. Sebas empezaba con su número favorito o sea con 7 canicas y, al final, los bolsillos del pantalón se le reventaban de la cantidad de canicas ganadas.
El dinero que obtenían diariamente era todo con lo que contaban para usarlo en la familia. Por eso cada centavo era distribuido muy bien; lo primero era la comida y lasnecesidades de la casa y claro, los juguetes para Sebas y Pancho… siempre quedaban al último, tan a lo último, que nunca les quedaba nada para comprárselos.
-¿Te acuerdas Pancho del carro control remoto, tan bonito que llevo Carlos el ultimo día de la escuela? -le dijo cariñosamente Sebas.
-Sí –respondió el.
-¿Cuánto crees que cueste? ¿Sera mucho dinero?, ¡Digámosle a la mami que nos compre unoigualito! –seguía diciendo entusiasmado el pequeño Pancho.
-¡Bueno fuera, pero no, que va…! ¿De dónde va a sacar dinero para comprarnos algo así?
Primero está la comida, luego mi mami comprara cosas más urgentes que necesitamos en la casa, todo esto tendrá que ir pagando poco a poco, luego terminara de reunir para los uniformes, porque ya mismo entramos a la escuela… o a la final, ¡qué sé yo!,siempre habrá algo más necesario que un juguete para nosotros –dijo Sebas, con un poco de tristeza.
La lista de necesidades parecía interminable. Sin embargo, había algo que si les interesaba a Sebas, y mucho… mucho más que un juguete, deseaba con todas sus fuerzas entrar a la escuela, con su uniforme y todos los libros completamente nuevos.
-¡Ya sé, Pancho! –dijo Sebas, de pronto, con un salto deEmoción-. ¡En vez de un juguete, mejor que nos compren unos zapatos para la escuela! ¡Sí, eso es, ya mi mamita tiene casi listos nuestro uniformes porque se ha pasado ahorrando estos últimos meses pero , en cambio, los zapatos están gastados del año anterior y, por cierto los tuyos, más que los míos –prosiguió el con una sonrisa pícara.
Pues conocía bien que, si había alguien a quien no leimportara, ni romper zapatos o el uniforme con tal de jugar fútbol, ese era, justamente su hermanito menor.
-¡Qué te parece si trabajamos mucho, mucho… más prosiguió Sebas- y ayudamos a mamá para poder comprarlos.
-¡Ayudar más!, te parece poco –contesto Pancho asombrado-. Vivimos trabajando en el mercado, cuando entremos a clases te tocara ayudar de mañana a mi mami y por la tarde ir a la escuela; y amí; estudiar de mañana y trabajar de tarde.

Incluso ahora en vacaciones vendemos periódicos ¿De dónde más vamos a tener dinero, tiempo y trabajo para los zapatos?
Sebas no quería escuchar. De pronto, Pancho parecía haberse convertido en hermano mayor por sus razonamientos.
Y éste continuaba:
-Mejor, ponte a cargar estos bultos, que mi mami tiene que estar desesperada porque no llegamos....