Secretaria

APLOGIA DE SOCRATES

No se, atenienses, la sensación que habéis experimentado por las palabras de mis acusadores. Ciertamente, bajo su efecto, incluso yo mismo he estado a punto de no reconocerme;tan persuasivamente hablaban. Sin embargo, por así decirlo no han dicho nada verdadero. De las muchas mentiras que han urdido, una me acuso especial extrañeza, aquella en la que decían que teníaisque ser precaveros del ser engañados por, mi porque, dicen ellos que soy hábil para hablar. En esta parte de la vida de Sócrates está siendo sentenciado a muerte.
Ciertamente, atenienses es justo,que yo me defienda, en primer lugar, frente a las primeras acusaciones falsas contra mí y a los primeros acusadores; después, frente a las últimas y a los últimos. En efecto, desde antiguo y durante yamuchos años, han surgido ante vosotros muchos acusadores míos, sin decir verdad alguna. Sócrates aquí el trata de que los acusadores lo vean y le dijeran porque lo acusaban.
Lo más absurdo de todo esque ni siquiera es posible conocer y decir sus nombres, si no es precisamente el cierto comediógrafo. Los que, sirviéndose de la envidia y la tergiversación, trataban de persuadirlos y los que,convencidos ellos mismos, intentaban convencer a ortos son los que me persuaden la mayor dificultad. El en este está hablando de que como es posible que después de tanto tiempo de tener esa facilidad dehabla se le haga una injusticia de quererlo matar.
Yo no hablo con la intención de menospreciar este tipo de conocimientos, si alguien es sabio acerca de tales cosas, no sea que Meleto me entableproceso con esta acusación, si no que yo no tengo nada que ver con tales cosas, atenienses. Presento a la mayor parte de vosotros y os pido que cuantos me habéis oído dialogar alguna vez os informéis unosa otros lo deis a conocer; muchos de vosotros me oyó jamás dialogar poco o mucho acerca de estos temas. Sócrates asegura que lo acusan sin razón alguna y menos de algo que él no dijo.
Quizá...