secreto de los carbihidratos
Una tranquila casa de campo y el Big Bang…
Todo ocurrió en abril de 1968, cuando un empresario italiano, Aurelio Peccei, y un científico de origen escocés,Alexander King, invitaron a reunirse a un pequeño grupo de profesionales de distintos dominios -diplomático, empresarial, académico y de la sociedad civil- en un tranquila casita ubicada en Roma paradebatir, todos juntos, sobre la visión a corto plazo que prevalece en los asuntos internacionales y , más particularmente, sobre los problemas relacionados con el consumo ilimitado de recursos en un mundocada vez más interdependiente.
Todos los asistentes se comprometieron a dedicar el año siguiente a agitar las conciencias de los líderes mundiales y principales dirigentes para hacerles ver estosproblemas mundiales tan vitales para el futuro. Todo ello lo harían desde un enfoque nuevo y original que se centrase en las consecuencias a largo plazo de la creciente interdependencia mundial y en laaplicación de nuevos sistemas de pensamiento para entender el por qué y el cómo de estos procesos. Así nació el Club de Roma.
La originalidad en su forma de trabajar y enfocar estos asuntos no tardóen hacerse notar. En 1972, el Club de Roma publicó su primer informe de trabajo, Los Límites del Crecimiento, y la campaña de concienciación comenzada por este grupo, cuyos integrantes compartíanunas ideas comunes, no tardó en obtener un gran reconocimiento a nivel mundial. El informe, que fue encargado a un grupo de expertos en teoría de sistemas y científicos de sistemas del Instituto deTecnología de Massachusetts, analizaba distintos panoramas y las distintas opciones disponibles en la sociedad para conseguir armonizar el progreso sustentable y las limitaciones medioambientales.
Supublicación tuvo una gran repercusión a nivel internacional en el ámbito político, económico y científico, tanto es así que se considera el Big Bang del pensamiento ambiental: el Club de Roma había...
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