secreto profesional - el alma de la toga
Antes de hablar del secreto profesional, convendrá decir cómo se guarda un secreto. No hay más que una manera de guardarlo: no diciéndoselo a nadie. Esta afirmación le parecerá a ustedes excusada y tonta, pero yo sé porque la hago. En el mundo, el hombre más reservado y más discreto no confía los secretos a nadie, absolutamente a nadie… más que a una sola persona,pariente o amiga de absoluta confianza que tampoco comunica lo que sabe a nadie… más que a otra persona de idénticas virtudes. La cual, a su vez, cuidara muy bien de no divulgar lo sabido y solamente lo participará a otra persona que jurará callarse como un muerto. En efecto, esta persona se dejará matar antes de decir lo que sabe a nadie… más que a otra persona por cuya fidelidad pondría las manos enel fuego. Esta solo se lo refiere a otra y esta a otra, y esta a otra y esta a otra, con lo cual, dentro de los juramentos de la más perfecta reserva, acaba enterándose del asunto media humanidad. El que haya de guardar los secretos de esa manera hará muy bien no dedicándose a abogado.
Todos sabemos que el abogado está obligado a guardar el secreto y sabemos muy bien que el no guardarlo es undelito. El código argentino no menciona específicamente al abogado, pero castiga en su artículo 156 con multa e inhabilitación a todo el que teniendo noticia por razón de su estado, oficio, empleo, profesión o arte de un secreto cuya divulgación pudiera causar daño, lo revelare sin justa causa. El código español, prescindiendo de esa última salvedad, pena en su artículo 365 al abogado que “conabuso malicioso de su oficio o negligencia o ignorancia inexcusable perjudicare a su cliente o descubriera sus secretos habiéndose tenido de ellos conocimiento en el ejercicio de su ministerio”.
Con saber esto parece que lo sabemos todo. Pero no sabemos nada. Esta materia de la revelación de los secretos es una de las más sutiles, quebradizas y difíciles de apreciar en la vida del abogado.Antes de examinarla convendrá detenerse un punto a considerar cuál es la relación jurídica que media entre el abogado y su cliente. Suelen mostrarse los autores conformes en decir que es un contrato. La dificultad está en saber de que contrato se trata. Para algunos es un contrato de mandato, mas los tales se olvidan, primero de que el mandato es una función de representación mientras que el abogado,por regla general, no representa o no debe representar a su cliente sino que le asesora y ampara, quedando la representación a cargo del propio litigante o de su procurador; y después, de que es esencial en el mandato la obligación en el mandatario de obedecer al mandante, en tanto que el abogado deshonraría se aceptase el deber de obedecer a su cliente, pues en su especialísima relación ocurretodo lo contrario: que el cliente le obedece a él o que el abandona la defensa.
Dicen otros que se trata de un arrendamiento de servicios y esto solo puede ser verdad respecto de los abogados a sueldo que renuncian a su libertad para asistir a quien les paga y cumplir las órdenes que les de la empresa a quien sirven pues la consideran como su superior, mas no respecto a los abogados libres queno aceptan compromiso ninguno sino que defienden en asunto mientras les parece bien y lo abandonan en cuanto les parece mal, sin subordinarse a ninguna prescripción, orden ni reglamentación de su cliente.
Para algunos, la abogacía es un servicio público porque la administración de justicia lo es y el abogado es un auxiliar de la justicia. La equivocación es también aquí evidente. Ya dije en miprimera lección que el abogado desempeña una función social; pero una cosa es servir a la sociedad y otra muy distinta es servir al estado que es su mero representante. Precisamente la característica del abogado es no tener que ver nada con el estado y pelear con él frecuentemente, ya que combaten los fallos del poder judicial y los decretos ministeriales, y las leyes inconstitucionales y...
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