Secuencia
Nadie la ha conocido aún, pero Fiorina era claramente la más bella de las dos hermanas. Ambas nacieron de una misma gota de rocío grande y perfecto, y compartieron suvida dentro de una misma flor durante años. Y es que eran tan tímidas, que ni siquiera se atrevían a salir al mundo. Como no conocían otras hadas, se preguntaban si serían bellas o feas, listas o tontas, afortunadas o desgraciadas. Y tanto y tan a menudo lo pensaban, que terminaron estando convencidas de lo feas, tontas y desgraciadas que eran, de modo que no se atrevían a abandonar suconfortable florecilla, y se dedicaban a lamentar su desgracia. ¿Cómo iban a presentarse al mundo siendo tan desastrosas? ¿Qué les dirían los demás? ¿Y si las rechazaban o se reían de ellas?
Hasta que un día, Pionina consiguió reunir el valor suficiente para salir de la flor. "No tengo la culpa de ser tan horrorosa", se dijo, "trataré de ser amable y alegre, así puede que perdonen mis defectos", pensaba yadecidida a salir. Pionina trató por todos los medios de conseguir que su hermana fuera con ella, pero Fiorina no se sentía capaz de superar su timidez, y aunque se moría de ganas por salir, decidió quedarse tranquila en la flor...
Cuando Pionina abandonó su flor y comenzó sus acrobáticos vuelos, un brillo especial envolvió el inmenso campo de flores del que formaba parte su casa. Al ver aquellaluz, cientos de hadas salieron de sus flores para verla, y todas y cada una contemplaron admiradas la más bella hada que nunca hubieran conocido. Se armó un enorme revuelo alrededor de Pionina, y en unos minutos se convirtió en la más famosa de las hadas por su belleza, inteligencia y fortuna.
Pionina corrió a avisar a su hermana de lo equivocadas que habían estado durante años, pero no suporegresar a su flor. En aquel campo había tantos cientos de miles de flores tan iguales, que Pionina no podía distinguir dónde había vivido. Buscó y buscó, pero no consiguió dar con Fiorina.
Y allí sigue Fiorina, escondida en su flor, llena de miedo, pensando que podría ser la más horrible de las hadas, sin saber que, si algún día se decide a salir y mostrarse tal y como es, todos verán en ella la másafortunada y bella de todas las hadas.
Juan era un niño muy tímido. Sentía tanta vergüenza al estar con otras personas, que no se atrevía a decir nada, y se quedaba casi siempre quieto y callado en una esquinita, temiendo lo que pudiera pasar si abría la boca.
Un día, durante una visita, Juan sintió tanta vergüenza que se escondió en una habitación. De repente, una burbuja apareció ante susnarices, y de ella surgió un pequeño duende. Con exagerados gestos de dolor, se tapaba sus grandes orejas con las manos y gritaba:
- ¡Por favor! ¡Por favor! Deja de gritar así. No lo puedo aguantar...
Con el susto el niño olvidó su timidez, y preguntó al duendecillo
- ¿Por qué lloras? ¿Quién te está gritando?
- ¿¡Cómo que quién me grita!? - respondió indignado- pues tú, ¿hay alguien más aquí?El niño miró a su alrededor. Era verdad, estaban solos.
- ¿Qué? Pero si yo casi nunca digo nada... siempre me porto muy bien – dijo tratado de excusarse.
- ¡Ah, claro! - siguió hablando el duendecillo sin perder su enfado- Y voy yo y me lo creo. Tú gritabas como hace tiempo que no he oido a nadie gritar...
- Pero si no he abierto la boca...
- ¡Anda! ¡Esta sí que es buena! ¡Como si para gritarcomo un loco hubiera que abrir la boca!
- Pues claro- respondió Juan- ¿cómo voy a gritar sin abrir la boca?
Entonces la cara del duende cambió del enfado a la sorpresa.
- Aaahhh....- dijo bajando el tono de voz- ¿pero es que no lo sabes? ¿Nadie te ha contado que tus ojos, tus manos, tus pies y todo tu cuerpo hablan todo el rato? ¡Ahora lo entiendo todo!
Y acercándose a Juan, como en...
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