Secuestro
Las fotografías en poder de ZETA muestran a un grupo de secuestradores que portan uniformes oficiales y unidades de cargo. Para comprobar la utilización de vehículos oficiales en el secuestro, se captaron imágenes de los mismos carros utilizados para el ilícito, estacionados fuera del edificio de la Procuraduría General de la República en Tijuana. A pesar que elhecho se denunció en el grupo de Coordinación, no se ha emprendido acción alguna para retirar a los malos elementos.
Rosario Mosso Castro
Ya no hay duda:
Existen policías secuestradores, videos que lo prueban y jefes que los protegen. La última modalidad: exhibirlos a las corporaciones de seguridad como una célula más del crimen organizado.
Desafortunadamente para el aparato institucionalde Seguridad Pública, con esto se comprueba la corrupción sistemática y la participación criminal.
Los policías no se conformaron con servir de informantes o brindar protección al crimen organizado. De la incapacidad y colusión, llegaron a la impunidad y al cinismo: Cobran por simular trabajar y atacan a la sociedad que están obligados a proteger.
En efecto, los policías en Baja Californiapasaron de protectores del crimen organizado a principales brazos ejecutores del Cártel de los Arellano Félix (CAF). Teniendo Tijuana como marco, los directivos policíacos de los tres órdenes de Gobierno se acusan mutuamente y presentan pruebas, mostrando que todos están coludidos.
Atrás de la zona del Hipódromo Agua Caliente, donde viven muchas de las familias acaudaladas de la ciudad, a laaltura del fraccionamiento Puerta de Hierro, trataron de secuestrar a un empresario que traía escolta y lo evitó.
El afectado lo denunció inmediatamente a la Policía Municipal y el Secretario de Seguridad, Luis Javier Algorri, le sirvió de vocero al comerciante. Acusó directamente a policías federales y estatales, cuyos directivos negaron los hechos.
Unos días después, video en mano, en unareunión del grupo Coordinación, Algorri exhibió a un grupo de patrullas y elementos en el secuestro frustrado, ante la mirada sorprendida de personal del Ejército.
Se habló de la existencia de las imágenes, pero no se habían hecho públicas. Fueron acusaciones que acrecentaron el distanciamiento entre Federación, Estado y Municipio. Ese material gráfico llegó a las oficinas de ZETA.
Lasimágenes muestran cuatro vehículos que fingieron ser un filtro policiaco, pero sólo un pick-up blanco estacionado a la distancia portaba logotipo de la Policía Estatal Preventiva (PEP) y placas.
Una camioneta negra, otro pick-up blanco y un Sentra color claro no portaban placas ni citaban la corporación a la cual pertenecían. Los hombres que los tripulaban y trataron de detener al comerciante, traíanchalecos con la leyenda AFI (Agencia Federal de Investigación).
En aquel momento, la instrucción de los escoltas experimentados fue la misma que han sugerido las autoridades en ocasiones anteriores para este tipo de casos:
No se detengan. Si son policías, no van a disparar y llegarán más unidades, lo que hará más pública la detención y menos probable el secuestro.
Pasado el susto, la gentedel empresario y la Policía siguieron a los vehículos sospechosos justo hasta las puertas de las Procuraduría General de la República (PGR) en la Zona del Río. Ahí, los policías federales les colocaron a las unidades unas placas antes de entregarlos, se sacudieron y se fueron tranquilamente.
Para protegerse y evidenciar, los implicados aseguran haber tomado fotos que no se han hecho públicas.Los hechos, que originalmente se habían negado, fueron aceptados tras la exhibición del video, cuando las miradas acusadoras de los integrantes del Grupo Coordinación se posaron sobre el entonces delegado de la PGR, Antonio Mendoza Chávez.
Pero se justificó diciendo que los agentes habían sido asignados a un operativo de revisión de hoteles, bares y cantinas, explicación todavía más...
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