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Ni las últimas lluvias han podido ocultar el daño: a su paso por la ciudad el agonizante río Grande de Matagalpa sigue recibiendo diversos tipos de contaminantes, mientras que los afluentes en lacabecera del segundo río más largo del país se están secando, aunque hay esperanzas de una recuperación del caudal con la llegada del invierno.
Producto de los despales y otras acciones humanasnegativas, el río Molino Norte, uno de los “padres” del río Grande, ha reducido su caudal en casi el 40 por ciento, admite Roberto López, gerente de la filial en Matagalpa de la Empresa Nicaragüense deAcueductos y Alcantarillados (Enacal). Un porcentaje similar ha descendido el caudal de la subcuenca de Aranjuez.
De ambas fuentes, Enacal abastece con agua potable a casi la mitad de los cien milhabitantes de la ciudad de Matagalpa. La otra mitad de la población es abastecida desde un campo de pozos en el Valle Chagüitillo, municipio de Sébaco.

Por el decrecimiento en los niveles de las fuentesde abastecimiento, sumado a los constantes cortes de energía eléctrica en las estaciones de bombeo en Sébaco y Aranjuez, este verano Enacal tuvo problemas para suministrar el agua potable y, porprimera vez en la última década, hubo racionamientos y en algunos barrios, como el Juan Pablo Segundo, al oeste de la ciudad, tuvieron que esperar que les llevaran agua en cisternas.

PANORAMA DESOLADORMientras tanto, río abajo, en el cauce que atraviesa de noreste a suroeste la ciudad de Matagalpa, sólo se aprecian charcas, algunas verdosas y otras blanquecinas, las últimas como una muestra de lasdescargas de agroquímicos e insecticidas que recibe el río. En ocasiones, especialmente durante el verano, entre las piedras se ven los peces muertos por el envenenamiento.
Además, el río recibedescargas de aguas negras de por lo menos el 20 por ciento de las casas que hay en la ciudad, estimó el Alcalde sandinista de Matagalpa, Sadrach Zeledón Rocha.
Indicó que “estamos trabajando para...