secundaria
Páginas: 7 (1633 palabras)
Publicado: 25 de septiembre de 2013
Economía
Honduras se encontraba antes del 28 de junio del año pasado en una situación económica sumamente difícil. La economía internacional se había deteriorado afectando fuertemente las bases principales del crecimiento económico: las exportaciones se redujeron, las remesas estaban bajando y lo mismo hacían los ingresos por turismo y la inversión extranjera.
La contracción económica fuesevera generando mayor desempleo y una fuerte reducción del ingreso de las familias. A nivel del sector público, la caída de los ingresos significó la paralización de proyectos de inversión y de programas sociales, ahora sin financiamiento.
Este cuadro desalentador requería de una política económica consistente que procurara obtener recursos externos adicionales para paliar la crisis, agilizandoy aumentando los proyectos de infraestructura, así como los programas sociales que protegieran a los sectores más vulnerables de la población. En otras palabras, una política anti cíclica que mitigara los efectos negativos del entorno internacional.
Sin embargo, lo que se dio en Honduras fue un golpe de Estado que acentuó y multiplicó los efectos de la crisis. Por una parte, los organismosfinancieros internacionales y las agencias bilaterales de ayuda suspendieron la mayor parte de sus operaciones en el país, lo cual significó que los desembolsos programados para la segunda mitad del año no llegaran, pero también que no hubiese capacidad de gestión de recursos adicionales.
Por otra parte, los programas en ejecución han tenido sustantivas demoras que requerirán un período de ajusteque también se puede medir en relación al costo económico que representa. Adicionalmente, los proyectos que debieron haberse negociado para su iniciación o extensión han tenido un retraso que impacta negativamente en el país.
Pero el golpe de Estado no sólo repercute en este campo, también la estabilidad política es una de las variable que más afectan los niveles de inversión externa y turismo ycuyas consecuencias adversas se están sintiendo en la economía. También habría que considerar los niveles de incertidumbre para la inversión doméstica, que pese a las reiteradas declaraciones de empresarios que apoyaron al golpe, tardará en normalizarse.
La incertidumbre política desatada por el golpe de Estado aceleró fuertemente la caída de las reservas internacionales perdiéndose alrededorde quinientos millones el año pasado. La respuesta de las actividades del gobierno de facto fue realizar una política monetaria contraccionista que elevó las tasas de interés, acentuando la caída de la inversión y la contracción económica. En otras palabras, en vez de tener políticas contra cíclicas el gobierno de facto optó por medidas pro cíclicas agudizando la caída de la producción y elingreso.
El empresario Jaime Rosenthal Oliva ha hecho un cálculo preliminar que el país perdió, por efecto del golpe de Estado, cerca de nueve mil millones de lempiras el segundo semestre del año pasado, cifra que se puede quedar pequeña si uno toma en cuenta cuidadosamente variable por variable en ingresos y potencialidades pérdidas.
Lo que resulta inaudito ahora es que los promotores yejecutores del golpe, antes de entregar el poder a la nueva administración, estén en un recorrido de auto felicitaciones y condecoraciones que por ratos nos recuerda la película de Cantiflas, “Su Excelencia”. La clase política tradicional de Honduras en su conjunto debería de estarle pidiendo perdón al pueblo hondureño por su incapacidad de resolver conflictos a través del diálogo y someterlo aviolaciones sistemáticas de sus derechos humanos y al deterioro económico e institucional que estamos viviendo.
Las consecuencias del golpe de Estado del 28 de junio de 2009 en Honduras no pudieron haber sido previstas por los golpistas. Difícil para ellos (conservadores recalcitrantes, anacrónicos dinosaurios) era calcular, en los momentos que planificaron y conspiraron contra Mel Zelaya, una serie de...
Honduras se encontraba antes del 28 de junio del año pasado en una situación económica sumamente difícil. La economía internacional se había deteriorado afectando fuertemente las bases principales del crecimiento económico: las exportaciones se redujeron, las remesas estaban bajando y lo mismo hacían los ingresos por turismo y la inversión extranjera.
La contracción económica fuesevera generando mayor desempleo y una fuerte reducción del ingreso de las familias. A nivel del sector público, la caída de los ingresos significó la paralización de proyectos de inversión y de programas sociales, ahora sin financiamiento.
Este cuadro desalentador requería de una política económica consistente que procurara obtener recursos externos adicionales para paliar la crisis, agilizandoy aumentando los proyectos de infraestructura, así como los programas sociales que protegieran a los sectores más vulnerables de la población. En otras palabras, una política anti cíclica que mitigara los efectos negativos del entorno internacional.
Sin embargo, lo que se dio en Honduras fue un golpe de Estado que acentuó y multiplicó los efectos de la crisis. Por una parte, los organismosfinancieros internacionales y las agencias bilaterales de ayuda suspendieron la mayor parte de sus operaciones en el país, lo cual significó que los desembolsos programados para la segunda mitad del año no llegaran, pero también que no hubiese capacidad de gestión de recursos adicionales.
Por otra parte, los programas en ejecución han tenido sustantivas demoras que requerirán un período de ajusteque también se puede medir en relación al costo económico que representa. Adicionalmente, los proyectos que debieron haberse negociado para su iniciación o extensión han tenido un retraso que impacta negativamente en el país.
Pero el golpe de Estado no sólo repercute en este campo, también la estabilidad política es una de las variable que más afectan los niveles de inversión externa y turismo ycuyas consecuencias adversas se están sintiendo en la economía. También habría que considerar los niveles de incertidumbre para la inversión doméstica, que pese a las reiteradas declaraciones de empresarios que apoyaron al golpe, tardará en normalizarse.
La incertidumbre política desatada por el golpe de Estado aceleró fuertemente la caída de las reservas internacionales perdiéndose alrededorde quinientos millones el año pasado. La respuesta de las actividades del gobierno de facto fue realizar una política monetaria contraccionista que elevó las tasas de interés, acentuando la caída de la inversión y la contracción económica. En otras palabras, en vez de tener políticas contra cíclicas el gobierno de facto optó por medidas pro cíclicas agudizando la caída de la producción y elingreso.
El empresario Jaime Rosenthal Oliva ha hecho un cálculo preliminar que el país perdió, por efecto del golpe de Estado, cerca de nueve mil millones de lempiras el segundo semestre del año pasado, cifra que se puede quedar pequeña si uno toma en cuenta cuidadosamente variable por variable en ingresos y potencialidades pérdidas.
Lo que resulta inaudito ahora es que los promotores yejecutores del golpe, antes de entregar el poder a la nueva administración, estén en un recorrido de auto felicitaciones y condecoraciones que por ratos nos recuerda la película de Cantiflas, “Su Excelencia”. La clase política tradicional de Honduras en su conjunto debería de estarle pidiendo perdón al pueblo hondureño por su incapacidad de resolver conflictos a través del diálogo y someterlo aviolaciones sistemáticas de sus derechos humanos y al deterioro económico e institucional que estamos viviendo.
Las consecuencias del golpe de Estado del 28 de junio de 2009 en Honduras no pudieron haber sido previstas por los golpistas. Difícil para ellos (conservadores recalcitrantes, anacrónicos dinosaurios) era calcular, en los momentos que planificaron y conspiraron contra Mel Zelaya, una serie de...
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