secundarios

Es probable que con la sola mención de este título llegue a la mente de las personas el libro al que se refiere o, de lo contrario, se embargue a uno de los mayores clásicos de la literatura argentina. En realidad no es para menos, pues marcó al renacimiento del existencialismo dentro de un crimen policial de lectura amena y ágil que, dejando tras de sí una prolongada cosecha de huellas, pistas,investigaciones y dudas, concluye con la revelación de las más oscuras facetas del ser humano.
Los recursos empleados para lograr que tanto psicología como suspenso confluyan dentro de la brevedad de la novela demuestran la capacidad de su autor, Ernesto Sábato, para emplearlos y a la vez mantener interés en las páginas del libro, haciendo que todos los complejos interrogantes que plantea elprotagonista terminen uniéndose en una cadena infinita a otros sucesos, descripciones y palabras, metódicamente analizados hasta los más desenfrenados límites del razonamiento humano.
Quizás por ello el perfil de ese hombre llamado Juan Pablo Castel no tarda en llegar al lector, desarrollando cada una de sus excesivas deducciones al tiempo que la historia avanza. El enfoque en primera personacolabora con lo anteriormente mencionado, y ya desde el primer párrafo se deja en claro al suceso que se convertirá en el epicentro del cual girará toda la narración: “Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne…”
Así, pronto se descubre la intención de Castel de escribir la confesión de su crimen, pero involucrando las causas y los motivos; contando como fue el amorque lo unió a María Iribarne y sobretodo dando un profundo análisis en lo referente a sus emociones, sus dudas, y sus temores; dentro de la mayor imparcialidad posible frente a esa premisa. Bastan solo unas escasas páginas para descubrir que el protagonista guarda desprecio hacia los hombres hundidos en su vanidad o en su soberbia, de las cuáles ni siquiera él está exento; que odia a los grupos, alestereotipo de la palabra, a la idea de superioridad que se transforma continuamente a lo largo del relato. Todo esto fundado en la mediocridad de la especie humana y lo aplastante de la realidad.
Tales perspectivas del mundo permiten intuir el carácter de ese pintor, dibujando su timidez, su frialdad, la negatividad, la rabia en ciertas circunstancias y la enrevesada capacidad de elegir lasopciones más difíciles junto a la obsesión por darle una respuesta a todo lo que sucede.
Desde este punto de vista unilateral se proyecta al personaje de María Iribarne, quien desencadenará el drama de Castel. La única persona que es capaz de comprender la pintura del protagonista y su necesidad casi imperiosa de abandonar la soledad. El cuadro Maternidad tiene ese mensaje oculto, pasado por alto ala mirada de los críticos detestados por el pintor, pero que ella logra comprender. Esa observación realizada por Castel en el Salón de Primavera da el paso para comenzar la historia de amor frustrado, y así se muestra el calvario que pasa, planificando durante meses su conversación en numerosas variantes.
Con el tiempo ambos logran su encuentro y el personaje de María devela así suinaccesibilidad, su capacidad evasiva, el disimulo, la generalidad, todos elementos que contrastan con el carácter de Castel, y que aborrecerá más adelante. Esta primera vez muestra al pintor sin explicaciones a su amor: una necesidad sin argumento, simplemente la necesidad de tener a esa mujer junto a él. La reunión concluye con la frase de María: “Hago daño a todos los que se me acercan”.
Esa frase da elprimer paso en la revelación de la identidad de la mujer. Por un lado la virgen que quedó expectante frente a la escena oculta del cuadro Maternidad, y por el otro, el lado oscuro que Castel comienza a perseguir, las “sombras” que habitan en el mundo de María, los “otros”. Su existencia comienza a ser deducida por el pintor a partir de conversaciones telefónicas, tonos de voz, que indicaban que...