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Por un lado, la "revolución ideal" -el espíritu que la animó- aún puede ser fuente de inspiración y ahí está el movimiento zapatista de Chiapas como botón de muestra.En 1910, la rebelión encabezada por Francisco I. Madero fue un llamado al sentido de la dignidad de los mexicanos para poner fin a un sistema político antidemocrático.
El levantamiento contra Díazse hizo en nombre de los principios democráticos y morales contenidos en las constituciones del Siglo XIX. Sin embargo, una vez que el nuevo régimen se institucionalizó, no fue la democracia ni laética las que emergieron, sino un régimen autoritario más refinado que el.
Hoy, el signo de los tiempos es la globalidad, la apertura de los mercados, la universalidad de los valores y la cultura.El nacionalismo revolucionario, que siempre fue más radical en el discurso que en la realidad, es hoy visto por las elites políticas y económicas como una reliquia y un obstáculo para ganar elfuturo, futuro que en buena medida pasa por la integración de nuestra economía a la de Estados Unidos.
El grito más profundo y ético que lanzó la Revolución fue el de la "Tierra y Libertad", esdecir, Ese fue el sentido histórico de fondo del movimiento revolucionario: la demanda de poner fin a la herencia de una sociedad conquistada, explotada, discriminada y humillada desde el siglo XVI....
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