Seguridad Y República
INTRODUCCIÓN
Si tomásemos en cuenta la opinión pública, podríamos arribar rápidamente a definir que “el tema más preocupante de seguridad del país” es la Seguridad ciudadana o mejor dicho, el de “in-Seguridad ciudadana”. Esta afirmación surge naturalmente en la amplia mayoría de los habitantes de la República Oriental del Uruguay, por ser el problema quepadece a diario la población de todos los rincones del país. Y mientras que para el uruguayo promedio, la inseguridad pública –de la mano de la droga– se ha transformado en la mayor preocupación; para el gobierno pasó a ser un fracaso político y fuente de improvisaciones delirantes. Paralelamente y en forma desapercibida para muchos, otro asunto de repercusiones insospechadas para el ciudadanopromedio –que vive en alguna forma como el ingenuo pastor de José Ingenieros– se erige como un hecho de especial preocupación para la seguridad y defensa de la república. Entendemos que el más importante problema relacionado con la seguridad se vincula con la vigencia soberana del país como estado independiente; debido al estadio de indefensión hacia el que está siendo conducido por un gobiernoinoperante, ingenuo e irresponsable, en un contexto regional en el que la prepotencia se ha hecho costumbre para algunos actores y se comienza a evidenciar claras muestras de intervencionismo y menosprecio por las normas de derecho internacional.
DESARROLLO
Los actos delictivos y especialmente los robos, arrebatos y rapiñas, así como las muertes asociadas a la droga, dejaron de ser un inconveniente de lacapital del país, para que en los últimos años, los índices de delincuencia hayan trepado a guarismos alarmantes en todos los centros urbanos del Uruguay y configurasen un aspecto que a diario también sufran los pobladores rurales. Los noticieros cotidianos y los resultados de encuestas de las principales consultorías uruguayas (Equipos Mori, FACTUM, CIFRA), coinciden en señalar a la seguridadpública como el principal problema del país. Para el uruguayo promedio, la inseguridad pública –de la mano de la droga– es el principal desasosiego. La droga y la educación son preocupaciones que le siguen en importancia. Los sucesivos operativos “exitosos” de incautación de estupefacientes y especialmente el surgimiento de muertes violentas asociadas a ellos, pautan una situación vulnerable y deincertidumbre para el Uruguay que habla de deterioro social y de valores, favoreciendo la marginación, la proliferación de delincuencia y la corrupción. Sin embargo, algunos indicadores internacionales le otorgan a nuestro país atributos alentadores. The Economist de Londres lo posiciona en las 25 democracias completas entre 200 países, siendo el estado latinoamericano mejor ubicado. TransparencyInternacional lo coloca entre los 25 países más transparentes según el Índice de Corrupción. El PNUD lo registra entre los 45 mejores en IDH, confirmando un status privilegiado entre las naciones latinoamericanas. Pero todos estos índices abren serias interrogantes para sus futuros análisis, cuando integren los hechos negativos acaecidos en el Uruguay del 2012. Los índices de intolerancia y violenciageneralizada, desafían la madurez y el progreso de la comunidad, acentuando una polarización entre 2 sectores diferenciados más por su escala de valores y disímil visión. Últimamente surgieron hechos políticos de discutible fe democrática. Las declaraciones de la senadora Topolansky aspirando a contar con Fuerzas Armadas simpatizantes al gobierno. La justificación del presidente Mujica ante losincidentes del MER.CO.SUR., aduciendo que “la política prima sobre lo jurídico”. Se suman a la permanente presión a medios de comunicación, señalándolos como obstáculos a las políticas gubernamentales; al desconocimiento del resultado de
2 expresiones plebiscitarias del soberano y a un conjunto de otros actos domésticos de dudosa legitimidad para concienciar sobre la relatividad de la ley....
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