Sembremos Felicidad
Encambio, los que sufren hacen sufrir. Los fracasados necesitan molestar y lanzar sus dardos contra los que triunfan. Los resentidos inundan de resentimiento su entorno vital. Sólo se sienten felices cuandopueden constatar que todo anda mal, que todos fracasaron. El fracaso de los demás es su alivio para su propios fracasos; y se compensan de sus frustraciones alegrándose de los fracasos ajenos, yesparciendo a los cuatro vientos noticias negativas, muchas veces tergiversadas y siempre magnificadas. Una persona frustrada es verdaderamente temible.
Los sembradores de conflictos en la familia o enel trabajo, siendo perpetuamente espina y fuego para los demás, lo son porque están en eterno conflicto consigo mismo. No aceptan a nadie porque no se aceptan a sí mismos. Siembran divisiones y odio asu alrededor porque se odian a sí mismos.
Sólo haremos felices a los demás en la medida en que nosotros lo seamos. La única manera de amar realmente al prójimo es reconciliándonos con nosotrosmismos, aceptándonos y amándonos serenamente. El precepto “Amar al prójimo como a sí mismo” La medida es, pues, uno mismo; y cronológicamente es uno mismo antes que el prójimo. Ya constituye un alto idealel llegar a preocuparse por el otro tanto como uno se preocupa por sí mismo. Hay que comenzar, pues, por uno mismo.
Al respecto no faltarán quienes arguyan alegremente que eso es egoísmo. Afirmaresto, sin mayores matizaciones, no deja de ser una superficialidad. Efectivamente buscarse a sí mismo, sin otro objetivo que el de ser feliz, equivaldría a encerrarse en un estrecho círculo de un...
Regístrate para leer el documento completo.