SEMINARIO II

 SEMINARIO II
“La educación: El problema filosófico, psicológico y epistemológico”


Cursada 2014, segundo cuatrimestre



Trabajo final individual



Alumna: Quinteros Paola Alejandra







1- )Comprensión y análisis del texto:
A-) ¿Qué y cuánto puede una escuela?
En el primer apartado en ¿qué y cuánto puede una escuela?, la autora Inés Dussel y Myriam Southwell ponen de manifiesto lapreocupación por cómo y cuánto la escuela puede contribuir a transformar aspectos de la vida, ya que esta misma es una tensión que está en el origen mismo de la escuela.
Más allá de comparar, de cuánto se modifica o no, nace y crece la pretensión de transformar como fuerza productiva, en esta búsqueda la escuela cobra sentido. ¿Es posible construir una nueva escuela desde la propia escuela aportando ala construcción del mañana y superando obstáculos. Las posiciones que se despliegan no son homogéneas. Para algunas instituciones, el bagaje cultural que traen los alumnos/as, predicen futuros ante los cuales la escuela poco puede hacer, y tampoco le compete ya que no tienen la capacitación adecuada para afrontar determinados obstáculos. Por otro lado hay instituciones que construyen espaciospara que el trayecto escolar de los y las alumnos/as no este definida en sus primeros pasos por la escuela.
La escuela debe dar significatividad al proceso de enseñar y aprender.
En la distribución de saberes y en las potencialidades de cada sujeto que aprende se juega la subjetividad de la escuela tanto en su presente como en la proyección individual y colectiva a futuro. Resolverlos implica nosolo el compromiso individual de los y las docentes sino también una política adecuada, con compromisos laborales y sensibilidad por los niños/as que van a la escuela. Se logrará en la medida que se den espacios de diálogo y consenso sobre las márgenes de acción de la escuela.

¿Qué y cuánto puede una escuela?Poner énfasis en lo “qué puede “una escuela es un comienzo para reflexionar sobre su acción. Sin dudas estamos frente a otras realidades con respecto a décadas atrás.
Podemos inventar nuevas estrategias sin perder de vista lo que está disponible, evitando la tentación de reducir lo que sucede en la escuela a un determinismo, posicionando a la misma en unainterlocutora de la cultura .Entendemos que sólo desde el diálogo con la cultura puede pensarse una escuela con sentido .Esto sin lugar a dudas nos lleva a pensar de qué enseñamos en la escuela y cómo pensamos su lugar en la transmisión de la cultura...Tiempo atrás hablar de escuela nos remitía a deudas y legados del pasado.
Hoy hay que repensar qué entendemos por escuela, repensarla como un lazo entreel pasado, presente y futuro de manera más abierta, de manera que surja lo nuevo y lo creativo. Porque muchas veces nos encontramos con que el problema no está en el afuera si no en .los límites que guardan, provee y proyecta el conocimiento y la sociedad.

Sueños y utopías
Otro punto hace referencia desde donde nos ubicamos para buscar respuestas de ¿qué hacer frente a esto que nos toca?¿Qué hacer frente a un momento de crisis y desorden? Hay un largo corrido de pensamientos utópicos en la pedagogía argentina: la reforma estudiantil, los sueños de educación latinoamericano, los movimientos sociales del siglo XX. Derrida propone “que seamos soñadores que quieren mantener los ojos abiertos….” “cuando todo indica que no va más, hay que hacerse hacia adelante, sino como locos…por lomenos como soñadores” “es preciso soñar”. ¿Qué hacer? Es una pregunta de la modernidad, pregunta que va entre lazada con ¿qué puedo, qué tengo y qué me está permitido hacer? El autor nos invita a pensar menos en la escuela del pasado y más en la del futuro, animarnos a formular nuevas preguntas y a soñar. Soñar cómo enseñar mucho y a muchos, que el conocimiento impartido sea significativo para...