Seminario
TEMA 1 EL PROYECTO DE EDUCACIÓN UNIVERSAL, LAICA Y GRATUITA EN LA REVOLUCIÓN FRANCESA. LA PROPUESTA DE CONDORCET
INSTRUCCIÓN PÚBLICA
Francois Furet y Mona Ozouf
Condorcet evoca en sus Memorias sobre la instrucción pública las inesperadas posibilidades que la revolución ha abierto para la instrucción. Desdesus inicios la Revolución aparece investida de una vocación pedagógica y ofrece a las élites ilustradas instruir a la Nación.
Los hombres del Ochenta y nueve se reconocen en la Ilustración. La Revolución pretende ser su mensajera; tiene por propósito disipar la ignorancia y combatir los prejuicios que envilecen al pueblo. La tiranía se basa en la ignorancia; la libertad, en cambio, essolidaria del genio de las letras y de las artes, y convoca a las Luces. Si la Revolución tiene el deber de ofrecer a los franceses la instrucción, las nuevas instituciones tienen igualmente la necesidad de contar con ciudadanos instruidos. Después de la Revolución para devolverle al hombre los derechos que el despotismo le usurpó, todavía es necesario preparar hombres nuevos, dignos de disfrutarlos beneficios de la Revolución y aptos para conservarla.
Sólo mediante una educación, regenerada y pública, se podrán reafirmar los valores y los principios del Ochenta y nueve y podrá ponerse de manifiesto con toda su energía el espíritu público. El porvenir de la Revolución va, de la mano de una inmensa obra pedagógica. En el transcurso de la Revolución se fusionan, dos utopías. Lautopía revolucionaria que pretende echar a andar a la Historia desde cero, instalar la nueva Ciudad de la Nación soberana y feliz. La utopía pedagógica que pretende la transformación de los hombres y hacer de ellos ciudadanos a la altura de las nuevas leyes e instituciones.
Darle a la instrucción un carácter público representaba pues, poner fin a la dominación de la Iglesia en la enseñanza, eincluso a su casi monopolio escolar. La desacralización del espacio público, acelerado notablemente por la constitución civil del clero y los conflictos que le siguieron, acarrearon el desmantelamiento progresivo de la antigua red escolar. La supresión de los diezmos, afectó los beneficios relacionados con la segunda enseñanza; la exigencia del juramento cívico eliminó de la enseñanza a lossacerdotes refractarios; la supresión de las congregaciones le quitó las escuelas y las instituciones de segunda enseñanza a las asociaciones religiosas, a partir de 1792 ya prácticamente no queda nada del antiguo sistema de instrucción y, puesto que las nuevas instituciones demoran para establecerse, la voluntad de crear una instrucción pública se traduce, en un principio, en la formación de un vadoescolar.
Existía otro punto de acuerdo: la tarea pedagógica se percibía comúnmente como doble: educar e instruir. La educación nacional es el alimento necesario para todos; la instrucción es la posesión de unos cuantos". El gran problema de fa pedagogía revolucionaria es cómo hacer algo nuevo con lo viejo, existe la promesa de educar y de instruir a la nueva generación cuya formación coincide conla nueva era revolucionaria. De ahí que se den dos medios privilegiados de formación, complementarios pero diferentes.
El gran medio de educación pública se encuentra en las festividades cívicas y en las reuniones patrióticas, la instrucción, indisociable de la educación se hará por intermediación de un sistema escolar que deberá renovarse y que debería corresponder a las nuevasinstituciones. En los proyectos pedagógicos revolucionarios se encuentran dos aspectos: uno se dedica a un nuevo sistema escolar, a los programas de enseñanza, etcétera, y el otro al plan de las festividades cívicas. Diferenciar la educación nacional de la instrucción pública no era, por tanto, oponerlas entre sí, sino, era poner en evidencia su complementariedad, la unidad fundamental de estos dos...
Regístrate para leer el documento completo.