Senderos de libertad(libro)
SENDEROS DE LIBERTAD
FÉLIX GARCÍA MORIYÓN
SENDEROS
DE LIBERT AD
CAPÍTULO 1 INTRODUCCIÓN: ACCIÓN SOCIAL, ACCIÓN SINDICAL
1. Del pensamiento único y el fatalismo histórico Hay algo que los poderosos han pretendidosiempre: hacer creer a los oprimidos que la historia sigue un curso regido por leyes fijas contra las cuales nada pueden hacer las acciones humanas. De nada sirve intentar llevar a la práctica soluciones alternativas, pues todo lo que va ocurriendo es inevitable; se trata, por tanto, de ir aceptando lo irremediable con la vana esperanza de que quede un cierto margen para adaptarse y sobrevivir. Almismo tiempo, la complejidad de los fenómenos sociales en general (económicos, políticos, culturales) es tanta que desbordan nuestra capacidad de intervención. Lo único que nos queda es, por tanto, no hacer nada sino dejar que las propias leyes inherentes a esa complejidad social vayan marcando el camino a seguir. Los planteamientos neoliberales actualmente vigentes no dejan de ser una variantede ese enfoque: hay que dejar la máxima libertad de actuación no tanto porque se confíe en la capacidad humana para incidir en la organización social, cuanto porque de ese modo se puede manifestar mejor la “mano oculta del sistema” que, al final, es la más beneficiosa. Con esta calculada combinación de determinismo y fatalismo se puede conseguir la difusión de cierta pasividad y resignación quefavorezca la aceptación de situaciones que de otro modo no se aceptarían. Del mismo modo que los seres humanos no tendemos a rebelarnos porque las inclemencias temporales inflijan daños importantes en nuestras vidas dado que consideramos que escapa de nuestras manos el control del clima, no nos rebelaremos cuando una hambruna diezme una población. Pasará desapercibido el dato interesante de que lasinclemencias ocurren en todos los países, pero no en todos causan los mismos daños pues éstos dependen de la calidad de las infraestructuras y de los servicios básicos; tampoco nos daremos cuenta de que las hambrunas sólo ocurren en países que no gozan de los requisitos mínimos de una sociedad democratica. SENDEROS DE
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No hace falta ser muy perspicaz, por tanto, para darse cuentade que ese determinismo fatalista pregonado por quienes tienen las claves de la información, oculte a duras penas que esas mismas personas no dejan de elaborar proyectos específicos de intervención para hacer posible que la historia siga el curso que ellos quieren que siga. Ellos son muy conscientes de que la historia de los seres humanos la escriben los seres humanos, como no podía ser menos,aunque su acción esté siempre condicionada por circunstancias diversas que hacen que no sea posible abordar algunas tareas porque escapan de nuestra capacidad de intervención. Un ejemplo ostentoso de esta actitud podemos encontrarlo en la reciente conferencia de la Organización Mundial del Comercio, la institución que lidera la libertad absoluta en el comercio mundial para conseguir que sean lasfuerzas del mercado las que regulen, para bien de todos, la producción y el comercio mundial. Mientras los delegados de todos los países apenas guardaban las apariencias de un debate democrático en sesiones plenarias, en los salones verdes de la sede de la conferencia se reunían a puerta cerrada los representantes de unos treinta países para alcanzar acuerdos sobre las decisiones realmenteimportantes. Posiblemente sea cierto que la mundialización constituye un proceso imparable, pero es tan cierto o más que lo anterior el que el modelo concreto de mundialización que vaya a consolidarse no depende de ninguna ley inexorable sino de decisiones muy concretas que toman personas con nombre y apellidos, guiándose por los intereses de grupos a los que también se puede mencionar por su nombre...
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