senet y el problema del empleo
Richard Sennett, escritor, profesor emérito de Sociología en la London School of Economics, sostiene que sería bueno creer en el discurso de Obama de la semana pasada, referido a cómo recuperar puestos de trabajo. Más allá de su sinceridad, ni Estados Unidos ni Gran Bretaña eligen las herramientas adecuadas para paliar el drama delos que ya se cuentan por millones.
El capitalismo ya no trata en serio el problema del desempleo
Fue un discurso conmovedor. El presidente Obama prometió a los estadounidenses que los va a ayudar a volver a trabajar . El gobierno proporcionará más respaldo a los desocupados y los docentes; reconstruirá una infraestructura deteriorada; otorgará reducciones de impuestos a empleados y empleadorespor igual; gravará a los extremadamente ricos. Quería creerle cada palabra.
¿Pero podrá, en un acto de magia, sacar un conejo de la galera? Durante sus primeros tres años de gestión, Obama descuidó los problemas de los trabajadores estadounidenses porque estuvo mal asesorado. Quienes dirigían su equipo económico, sobre todo Timothy Geithner y Lawrence Summers, se concentraron en la banca. Esosasesores consideraban que restablecer las fortunas de Wall Street era, llegado el momento, la clave para la creación de empleo. En los últimos tiempos, Obama ha incorporado personas con más idoneidad en temas laborales, pero tienen que hacer frente aproblemas muy profundos del mundo del empleo .
La mayor parte de quienes escuchan al presidente son más que conscientes de que son demasiadas laspersonas que aspiran a una cantidad ínfima de empleos, en especial los buenos empleos. Eso no es producto de la recesión. Durante más de una generación, la prosperidad económica de Europa y los Estados Unidos no ha dependido de una fuerza laboral local robusta, dado que el trabajo que necesitan las empresas puede hacerse de manera más barata, y a menudo mejor, en otra parte.
La revolución digital porfin concreta una vieja pesadilla: que las máquinas puedan reducir la necesidad de mano de obra humana . Para 2006, ese “efecto de reemplazo” era de 7% anual en el sector de servicios. Por otra parte, la viabilidad del trabajo de por vida en una empresa ya pertenece al pasado. El resultado de esos cambios es que hace mucho tiempo que los trabajadores occidentales conocen la inseguridad y elfantasma de la inutilidad.
Obama no abordó esos problemas estructurales en su discurso. ¿Cómo podía hacerlo? Se trata de los hechos más descarnados del capitalismo moderno, y los enemigos del presidente hace mucho que lo acusan de ser un socialista encubierto. Obama siempre se ha definido como centrista. Por esa razón enfrenta el mismo dilema que David Cameron en estilo centrista: ambos tratan dereducir el gobierno y estimular la economía.
Los 447.000 millones de dólares que Obama promete gastar parecen mucho, pero el dinero que se pone de inmediato sobre la mesa es mucho menos , ya que las reducciones impositivas tienen por objeto concretar la parte más importante de la creación de empleo.
Esas medidas “efectivas en términos de costos” no significan gran cosa en lo relativo a abordar la granmagnitud de los problemas laborales. Invertir en proyectos de construcción supone una rentabilidad excelente. Sin embargo, tanto en Gran Bretaña como en los Estados Unidos, el desempleo entre los jóvenes no calificados ronda el 22% . Hace falta mucho dinero y capacidad de reversión para hacerlos competitivos en el mercado laboral.
La cantidad de personas que padece un subempleo involuntario esen la actualidad de alrededor del 14% en ambos países . Se trata de trabajadores cuya riqueza declina de forma drástica cuando trabajan menos. Su ingreso necesita respaldo, pero también eso exige gran cantidad de fondos gubernamentales.
Los Estados Unidos calculan el desempleo de manera peculiar. Sus estadísticas oficiales no comprenden el subempleo ni la gente que no tiene trabajo durante más...
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