Ciudadanías Interculturales Emergentes Dra. Alcira B. Bonilla* UBA - CONICET El objetivo de esta exposición se enmarca en el espíritu del “Foro Educativo Escuela Ciudadana Ciudad Educadora 2008”, en tanto intenta dirigir la atención a un aspecto poco estudiado todavía de la cuestión de la ciudadanía como lo es la emergencia reciente de las ciudadanías interculturales en nuestras sociedadesaluvionales y fragmentarias, sobre todo en las grandes ciudades y sus áreas de influencia. Mi presentación de este tema no pretende exhaustividad teórica; simplemente se trata de abrir camino a una discusión, lo más amplia posible, que aporte a nuestra sociedad ciertos acuerdos básicos para una convivencia con mayor calidad e inclusión y para la reforma de la políticas públicas, sobre todo en materia deeducación. La necesidad de incluir estos nuevos matices en la discusión sobre la ciudadanía y la importancia teórica y práctica de los mismos se me fue haciendo cada vez más evidente en el transcurso de las investigaciones que vengo realizando desde hace varios años sobre la filosofía de la migración y el exilio desde la perspectiva filosófica intercultural. Me pareció oportuno, entonces, emplearla categoría de “ciudadanías interculturales emergentes” para rotular de un modo técnico esta temática. Como suele ocurrir, debido a la enorme cantidad de información disponible, a poco tiempo de hacerlo, pude leer un artículo del P. Jorge Seibold sobre “ciudadanía intercultural” y luego encontré otros trabajos, en su mayoría latinoamericanos, que emplean esta categoría. Sin embargo, propongo queel calificativo de “emergentes” que añado resulta una cualificación oportuna para comprender tanto la aparición de nuevas maneras de manifestación ciudadana, sobre todo del pasaje de acciones sociales a acciones propiamente políticas (que podría considerarse equivalente a nuevas ciudadanías), como las actitudes y políticas de dominación que impiden la plena expansión de la misma y sonconculcatorias de derechos, así como para orientar la búsqueda de formas más justas e inclusivas de pensar y practicar la ciudadanía. Para el logro de este objetivo principal cabe partir, en primer término, de alguna definición de ciudadanía que goce de aceptación amplia. Se la podría definir, por ejemplo, como un espacio de ejercicio de derechos, especialmente de los derechos políticos, por parte de laspersonas reconocidas como ciudadanas por el Estado. Esta definición, aparentemente abarcativa e incluyente, contiene en sí misma la raíz de numerosas exclusiones. Las dos dificultades principales, a mi entender, se derivan: a) de que la instancia del reconocimiento y garantía de los derechos es el Estado (más allá o más acá de las discusiones sobre su forma u origen); vale decir, el Estado tendría laatribución de decidir quiénes son sus ciudadanos y quiénes no lo son; y b) el énfasis puesto normalmente –sobre todo por los teóricos liberales– en el reconocimiento y ejercicio de los derechos políticos, muchas veces olvida o encubre la práctica real que consiste en dificultar el ejercicio efectivo de los derechos económicos, sociales y culturales, sin el cual los derechos políticos no puedenser ejercidos en plenitud y se convierten en una especie de pantalla para algún tipo de dominación, sobre todo la ejercida mediante prácticas demagógicas. A partir de los datos más antiguos disponibles, el espacio de la ciudadanía se manifiesta como un espacio dinámico, en constante movimiento y luchas por la inclusión, cuya larga historia no puedo referir aquí. Este movimiento, como resulta fácilimaginar, no siempre sigue una línea ascendente sino que también registra retrocesos. Además, en la práctica y efectivización de estos derechos complejos que, según se defiende en este
trabajo son decisivos y definitorios de la ciudadanía, predominan dos tipos de ejercicio que adoptan formas diversas: el ejercicio de la participación, por un lado, y el ejercicio de la representación, por...
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