sentencia

Que, los hechos ventilados en este juicio no lograron configurar para este Juez disidente la calificación jurídica del delito descrito en el artículo 4 en relación al artículo 1 de la ley 20.000,esto es tráfico en pequeñas cantidades o microtráfico de estupefacientes, toda vez que no obstante haberse acreditado ante estrados la efectividad de que las encausadas xxxx y xxx transfirieron a títulooneroso una sustancia prohibida de aquellas de las descritas en el artículo 1 de la Ley 20.000 en conjunción al artículo 1 del Reglamento del cuerpo legal precitado, se incumplió por parte del entepersecutor la acreditación de lo mandatado por el legislador en el artículo 43 de La Ley 20000 en razón de que la prueba pericial rendida ante estrados, no dio cuenta de forma razonada de su grado depureza, como tampoco de los componentes tóxicos y sicoactivos asociados, los efectos que produjere y la peligrosidad con que contaren las sustancias específicas incautadas en este procedimiento, sinoque lo expuesto por el perito Grandón Parra fue una exposición meramente nominal y genérica de lo que, en abstracto, la cocaína o pasta base cocaína pudiera representar en forma negativa para lasalubridad pública.
Que, en efecto, la naturaleza jurídica de los delitos descritos en los artículos 1 y 4 de la Ley precitada resulta ser un delito de peligro abstracto, por lo que en virtud del principiode lesividad toda conducta para ser típica requiere que ex ante concurra una determinada plausibilidad de riesgo para el bien jurídico protegido, en este caso la salubridad pública, es decir, laconducta descrita por el legislador debe implicar, al momento de llevarse a cabo una aptitud de “puesta en peligro” del bien jurídico protegido por la norma, no exigiéndose a su respecto, por ende, undaño efectivo. Es así que el delito de peligro abstracto no comporta la efectiva afectación del bien jurídico, “sino la creación de una situación tal que es probable que ese resultado lesivo se...