Sentido Religioso

Ucalp Cuadernos de Teología Temas de Teología I
III
LAS RELIGIONES
1. El drama de la razón
• Por lo visto hasta aquí, podemos resumir y definir el sentido religioso
como la búsqueda - incansable – de parte del hombre, del significado
último de su vida y de todas las cosas, a fin de alcanzar la felicidad , es
decir, la satisfacción plena de esas exigencias de verdad, amor, justicia,belleza, que conforman el corazón de un hombre.
• También hemos visto que el sentido religioso se despierta y entra en
acción en el impacto, mejor, en el encuentro consciente del hombre con la
realidad (estupor ante la presencia de las cosas, la realidad como don,
etc.) y consigo mismo (el yo dependiente y la ley del corazón).
• Finalmente, hemos visto que en ese encuentro del hombre con larealidad
y consigo mismo, la razón se ve provocada, impulsada por la propia
realidad a admitir la existencia de un Dios, o del Misterio , es decir, de
Alguien en el que la realidad pueda encontrar su significado y el corazón
su plenitud.
Llegados a este punto, debemos ahora tomar nota de una cosa aparentemente
rara, extraña. De hecho, y pese a todo, creer en Dios no es fácil. No sólo para
los queen un determinado momento de su vida han optado por ser ateos, o
agnósticos, o indiferentes, sino para los propios creyentes. ¿Cómo se explica
esta dificultad? ...
Es que la razón humana – que si es coherente consigo misma no puede no
admitir la existencia del Misterio – debe, por su propia lógica, admitir también
que ese mismo Misterio no puede reducirse a los límites estrechos de sucapacidad cognoscitiva . Entre el hombre y el Misterio corre una distancia
infinita (no espacial, sino estructural, ontológica). Entre el hombre y el Misterio
hay – y no puede no haber – una desproporción total.
Si así no fuera, si la razón humana pudiese abarcar, o comprender, a Dios, ese
ya no sería Dios. Si comprehendes non est Deus , decían ya los pensadores
medievales. Porque aunque suspreguntas y exigencias últimas son ilimitadas,
infinitas, ella, sin embargo, es limitada, finita.
Por eso, el término más adecuado para indicar a qué nos referimos los hombres
cuando pensamos o decimos «Dios», es el término «Misterio»: una realidad
inconmensurable con la capacidad de medida que tiene nuestra razón.
De hecho, ese Dios al que aspiran el hambre y la sed humanas, es una presencia
quesí se cierne, inexorable, en el horizonte de nuestra mente, pero al mismo
tiempo se sitúa siempre más allá de él. Y cuanto más pisa el hombre el
acelerador de su búsqueda, más retrocede el horizonte, más se mueve... Aquel
que solo puede saciar el hambre y sed de infinito propia del hombre, está fuera
de todo alcance, o de toda meta al que éste pueda llegar con sus propio medios.
2. Unasituación vertiginosa
Miremos con aun más atención la situación existencial en la que el hombre se ve
obligado a vivir. Yo, hombre, me veo obligado a vivir todos los pasos de mi
existencia en la prisión de un horizonte al cual se asoma, inalcanzable, una gran
Incógnita.
Y la cosa resulta tanto más dramática cuanto más conciente yo sea. Porque, si
la estupidez suprema es la de vivir distraídos, nocabe duda de que para los
estúpidos los problemas a este respecto disminuyen. Mientras que más atento y
conciente soy, más me veo obligado por mi condición existencial a dar pasos
hacia ese Destino al que en mí todo tiende, pero sin que pueda llegar a
conocerlo. Sé que existe, porque está implícito en mi propio dinamismo y, por
consiguiente, sé que todo en mí depende de Él. Pero Él permanecedesconocido.
• Es decir: la razón, en su vértice, llega a captar la existencia del Misterio, pero
una vez alcanzado este vértice, es como si desfalleciera: no puede ir más allá.
Sin embargo – y aquí es donde el drama estalla – esa misma razón siente y sabe
que no puede renunciar a conocer su Destino . Si el hombre está hecho para el
Infinito, ¿cómo puede renunciar a conocerlo? Sería una...