Sentido Y Forma De La Tragedia

FREIRE, T. J., Esquilo, Montevideo, 1985.

S e n t i d o d e l a t r a g e d i a


Entendemos por tragedia la inútil lucha de un carácter contra una fuerza superior; el fracaso del héroe debe entenderse siempre como un acto de justicia que castiga su pecado de soberbia.


Un carácter es una persona enérgica, dispuesta a imponer su personalidad, incluso cometiendo acciones que,de acuerdo con las ideas religiosas helénicas no están permitidas por el destino, moira. La moira es esa fuerza superior.


Por moira llegó a entenderse en el siglo V las acciones lícitas que el hombre puede realizar en su existencia sin interferir en la moira o destino de los demás hombres.


El carácter que cree posible escapar a la justicia de los dioses, después de violar eldestino, comete el pecado trágico por excelencia, hybris, el pecado de exceso que es la soberbia.


Hybris es el pecado cometido por los caracteres que creen posible realizar acciones no permitidas por el destino moira y escapar a la justicia, diké, que los dioses se encargan de hacer cumplir.


Lo trágico consiste en que el hombre comete ese pecado, porque actúa enceguecido por lasoberbia, y aunque conozca lo que va a sucederle, igual peca. El cumplimiento del destino es un acto de justicia que castiga la soberbia.


No sólo se castigan las acciones, sino también las palabras soberbias. La tragedia es un espectáculo pedagógico en el que se asiste a la representación de un caso de Hybris castigada. La enseñanza radica fundamentalmente en establecer que la piedad consistetanto en el respeto por los dioses y sus leyes no escritas como en el autodominio de las pasiones, y se supone que esta enseñanza llega profundamente cuando el espectador contempla el castigo de la soberbia.
La moderación, sophrosyne es la finalidad última de la enseñanza, que llega a través de la contemplación de un caso de hybris castigada.


La hybris se trata del individualismo llevadohasta la negación del poder de los dioses. La soberbia, en este sentido, es la creencia desarrollada en los mortales, en gran altura, ya sea por su valor, su abolengo o su fortuna, e incluso por su poder, de que pueden actuar libremente, sin sujetarse a las leyes humanas y divinas.


No siempre es la voluntad pecaminosa del hombre la que actúa, se cree también en la existencia de un destinoadverso y en la actividad perniciosa de divinidades contrarias, que impulsan al hombre hacia el mal, como ya lo estableció Homero en la concepción de Até, la ceguera mortal que impulsa al hombre a cometer acciones no dispuestas por el Destino, por ejemplo, Edipo.


De la maldición paterna aceptada y puesta en marcha por los dioses, especialmente por Apolo, que es el dios oracular, nace todala desastrosa carrera de Edipo como parricida e incestuoso. El pecado es como una enfermedad (miasma) que se transmite de padres a hijos, y que solo se cura con la extinción total de la familia.


En este juego de fuerzas irracionales de la culpa, y aún de la justicia, hay todavía otra fuerza que se levanta, que es, en definitiva, el fundamento de toda existencia humana, arastea, la necesidadpersonificada que preside todos los actos de los hombres.


En síntesis: el hombre se halla sometido a la fuerza de la necesidad, de la misma manera que está sometido a la fuerza pecaminosa interior. La soberbia y aún las fuerzas exteriores concebidas como verdaderas divinidades, Até, la ceguera moral, la maldición, Ara, y aún más la envidia de los dioses. La reflexión aparece como unelemento moderador de las fuerzas irracionales antedichas, que se manifiestan en forma de admoniciones o advertencias previas, formuladas al héroe antes de cometer su pecado:




"Yo pienso en la antigua falta de Layo … rebelde a Apolo, quien por tres veces le había declarado que debía morir sin hijos si quería la salvación de Tebas. Pero Layo sucumbió en un dulce deseo y...