ser gerente publico

Ser gerente público y sobrevivir en el intento
Dr. Osvaldo Artaza Barrios
Al hacer esta breve reflexión sobre la gerencia pública, creo relevante declarar que lo hago básicamente desde la emoción, y por tanto mis juicios están teñidos por sentimientos de autocrítica.
Hace pocos días debió renunciar el director del Servicio de Salud Occidente, habiendo
Accedido a dicho cargo por el sistemade la Alta Dirección Pública. En los mismos días, la directora del Servicio de Salud Arica, está siendo sometida a tal presión que lo probable es que no quede otra opción que seguir en algún momento el mismo camino que muchos han debido de seguir.
Siendo Ministro, viví las dificultades para armar equipos; las múltiples presiones que uno cotidianamente recibe; y las veces en que en espacios desoledad y dolor debe decidir alejar a alguno de sus colaboradores a regañadientes, por razones de Estado. Siendo Ministro, debí pedir la renuncia de colaboradores, aún a sabiendas de que no los había cuidado lo suficiente, de que mi apoyo había sido probablemente feble. Hasta hoy, ese dolor me acompaña. El desafío imprescindible es perfeccionar el sistema de Alta Dirección Pública (ADP), fortalecerlo,hacer comprender a actores políticos y a la ciudadanía del valor de este sistema con relación a la conducción de las políticas públicas, de manera prever y evitar situaciones ya sin salidas.
Desafortunadamente en Chile, no tenemos la distinción cultural ni lingüística anglosajona entre policy y politics. Aún más, hay cargos de primer nivel en que ambos aspectos juegan un rol, no habiéndosetransparentado suficientemente los ámbitos de cada cual, tanto en el “contrato” con el gerente, como hacia los stakeholders y la opinión pública. Sin duda, que en el sector salud, así como en el caso de directores y subdirectores de establecimientos debería sólo consignarse las competencias gerenciales, en el caso de directores de Servicio, donde la confianza política juega un rol evidente, la mezclaactualmente existente, entre aspectos técnicos y políticos, debería debatirse ampliamente y aclararse de manera transparente, con el objeto de dar mayor gobernanza al sector.
Sin duda que ha habido avances en el sector salud. De hecho, es el sector donde con más entusiasmo se abrazo el sistema ADP. Aún así, los desafíos que quedan igualmente son mayúsculos. Recientemente tanto la Sociedad Chilenade Administradores de Hospital, así como el Consejo de la ADP, han hecho propuestas para fortalecer el sistema a nivel de los establecimientos hospitalarios. Así también queda el desafío de aclarar esa compleja y delgada línea entre policy y politics a nivel de los cargos de Directores de Servicio.


Para ilustrar las dificultades en esa línea, traigo a colación dos casos, declarando que lohago de juicios muy personales y por tanto opinables, sin ánimo de defensas corporativas, sino de sacar lecciones hacia el futuro. En el caso del Servicio Occidente, su director debió ser el inevitable “fusible” de la lamentable situación del hospital Félix Bulnes, que significó dos muertes maternas. Hasta el momento que escribo estas líneas, la causa de dichos efectos adversos (como se les denominatécnicamente), habría sido que el equipo clínico no cumplió con la lex artis. Independiente de las posibles explicaciones que más adelante se concluyan, lo que nadie podrá discutir era que él no tenía responsabilidad directa en los hechos, ya que estos ámbitos en la actualidad son de total responsabilidad del establecimiento y no es parte del rol del director del servicio y por tanto del“convenio de desempeño” del director. Sí lo era del manejo comunicacional que desplegó y sus consecuencias (en lo que solemos ser generales después de la batalla y olvidarnos de lo que es vivir en medio de fuego cruzado). Para quienes conocemos el sector, también podemos observar que detrás de lo sucedido, no estaría sólo “un humano sentimiento de solidaridad con las familias afectadas”, sino quizás...