Ser hoy uno

SER HOY UNO

Miro alrededor. Muchas personas me rodean. Casi como mirarse las manos: algo reconocible y humano en el exterior cotidiano. La dualidad de estar allí afuera y a la vez serparte. Se abre la puerta, y todos salimos.
Otro día el paisaje vuelve a repetirse sin alteraciones. En el interior del subte llegando a la estación de Retiro alguien reconoce que el trenpara en el andén derecho, luego otros, y después los demás. Con mejor o peor suerte, nos amontonamos a ese costado, para acercarnos lo más posible a la salida. Excitación, ansiedad ofobia (puerta, encierro, tumulto, salir – escapar) crecen al ritmo que el tren frena. Parece siempre la misma duración exacta, y el sonido del mecanismo que destraba los accesos. Las puertasse abren lentamente liberando el espacio hacia los laterales. (Algo me trae imágenes de películas de presos, el rayo de luz que llena la oscuridad al salir). El espacio se extiende haciaadelante, y luego a la derecha (cámara), y descubre la inundación de personas caminando a paso rápido que ya toman el pasillo. Otra vez formamos parte del mismo movimiento uniforme. Todoparece ir de acuerdo al plan.
Entre la masa movediza y homogénea de desconocidos, inclino mi cabeza de costado y el paisaje se tuerce. “¿Hacia donde vamos?”me pregunto a pesar de saber midirección práctica. “¿Hacia donde se mueve toda la gente que me rodea y parece acompañarme?” Cada uno va para su lado, y sin embargo todos coincidimos. Las manos siguen allí, también elcuerpo, y la visión se pone blancuzca, se frena un poco mientras el ritmo acelerado continúa. El paisaje de lo conocido y sorprendente desconcierta. Ya no se si existo entre toda esa gente,tal vez sólo soy una ilusión de los demás.
Más adelante vuelvo otro día y el tren para en el anden de enfrente, a la izquierda. El gato y el pájaro cuentan la misma historia, y comprendo.