Ser Padres Conscientes- Reseña

Trabajo realizado por Alberto Sánchez García.
Tarea: comentario sobre el libro de Siegel y Hartzell

“Ser padres conscientes”

Hay habido muchos motivos que han hecho que me decidiera por leer el libro de Siegel y Hartzell.
Para empezar, como padre de dos niños pequeños, esperaba que el libro me pudiera brindar la
oportunidad de repensar y mejorar mi relación con ellos. Por otro lado, elhecho de que el libro
focalizara en los procesos de autoconciencia y autoconocimiento, hizo que resonara en mi mis
propias inquietudes sobre estos procesos que para mí tienen tienen tanta trascendencia.
Debo de decir que al principio de leer el libro estaba ilusionado por lo que en él pudiera aprender y
encontrar. No obstante, según fuí avanzando en él tenía la sensación de que el libro nohacía más
que replantear y aburrir con su insistencia en los procesos de autoobservación, de autoconciencia y
en “el estar con” todo el tiempo, sin mostrar la profundidad que yo hubiera deseado. Es paradógico
que esta misma repetitiva y la focalización en los procesos anteriormente mencionados hayan sido a
la postre lo que más me ha enganchado. Es decir, me ayudó a insistir a repensar, aexperienciar, a
compartir, a “estar más con” mis propios hijos.
Desde que empezé a leer el libro hasta ahora he intentado mejorar mi relación con mis hijos y ser
más consciente del tipo de relación que establecía con ellos. Aunque siempre he intentado que fuera
así, quizás lo que cambió en mí después de leer el libro fue el insistir más en esos mismos procesos,
el intentar descubir más mis propiascontribuciones a los momentos de ruptura y mi forma de
repararlos, el reflejar a mis hijos lo que yo entendía que ellos sentían y pensaban, el hacerles más
conscientes de mis propios sentimientos y el intentar descubrir en qué medida mis propias
experiencias familiares contribuían a mi forma de relacionarme con mis propios hijos. He intentado
entrar más en sus mundo, en el mio y en el quecompartirmos, y sobre todo, el buscar la sintonía con
ellos. Posiblemente esto último haya sido lo que más he intentado en la práctica. Es decir, el intentar
reflejar sus propios estados de ánimo desde una postura sostenedora y comprensiva, sin por ello
negar mis propios sentimientos, mi propia subjetividad y mi propia posición en el rol de padre. Me
viene a la memoria el ejemplo de sintonía y empatíaque los autores del libro utilizan cuando relatan
la situación en la cual una niña, asustada y dubitativa, se esfuerza por cruzar un gran arbol caído en el
parque del colegio. Muchos niños eran capaces de este ejercicio pero la niña, era la primera vez que
lo hacía. Tras conseguirlo, la profesora, bastante contenta tras la proeza de la niña, se dedica a alabar
y elogiar la hazaña de la niña.Como los autores del libro señalan, esta respuesta de la profesora no
se podría considerar como muy empática. La profesora sólo trata de expresar su propia alegría a la
niña y recompensar su conducta. Quizás la suya propia a través de la identificación. No obstante,
fuera de la vivencia de la niña, la profesora se había olvidado de lo difícil que a la niña le había
resultado cruzar el tronco,se había olvidado de lo vivenciado por la niña que, lejos de vivir la hazaña
como un reto concluido, todavía tiene el miedo en sus carnes. Y además, ahora un miedo más si
cabe, el de poder defraudar a la profesora si en otra nueva ocasión no pudiera cruzar el tronco.

Todo esto a mí me suena muy familiar. En Suecia se tiende con bastante frecuencia a hacer lo mismo
con los niños. La frasemás popular que los adultos suelen utilizar para dirigirse a los niños (incluso a
otros adultos) es esta: “Oh, vad duktig du är!” (¡Oh qué bueno que eres!). Si un niño está realizando
un ejercicio (como construir un puzzle) y levanta la mirada para dirigirse a su madre o a su padre para
compartir esa experiencia, los padres suelen olvidar lo que el niño experimenta, perdiendo de esta
manera...