Serfacha

Laura Casanovas
LA NACION
En un mundo en que la cultura está enfrentando profundas y vertiginosas transformaciones, la educación no puede más que verse envuelta en múltiples desafíos.
Este fueel eje que anoche sobrevoló la conferencia que organizó el capítulo argentino del Club de Roma acerca de los desafíos de la educación en el siglo XXI, que contó con las apreciaciones de los rectoresDaniel Hernández Ruipérez (Universidad de Salamanca), Manuel Mora y Araujo (Universidad Torcuato Di Tella), Jorge Bosch (Universidad Caece) y Guillermo Jaim Etcheverry (ex rector de la Universidad deBuenos Aires).
La apertura del encuentro estuvo a cargo de Afredo Davérède, presidente del Club de Roma. v
"La calidad de la educación está íntimamente relacionada con la calidad de la cultura",dijo Bosch. El educador caracterizó la cultura de este siglo a través de cuatro términos: la economización de la vida, la realidad virtual, la globalización y lo que denominó como cierto clima deinseguridad y confusión; cuatro términos que Bosch consideró problemáticos de la realidad cultural actual y que estimó que se pueden enfrentar por medio de una mejor calidad de la enseñanza en cuanto a suscontenidos y métodos, y redefiniendo la cultura de la democracia. Esta última, según indicó, "tiene como objetivo colocar al ciudadano en la situación más ventajosa para el ejercicio de su libertad".Luego, el moderador del encuentro, que se desarrolló en el hotel Four Seasons, el embajador Jorge Hugo Herrera Vegas, dio la palabra al ex rector de la UBA. "Es evidente que hay una contradiccióncada vez más aguda entre la marcha de la cultura contemporánea y lo que se propone hacer la escuela", sostuvo Guillermo Jaim Etcheverry.
El autor de La tragedia educativa estimó que "tanto la familiacomo la escuela enfrentan el dilema crucial que es el cambio de visión que está ocurriendo en la cultura occidental".
Indicó, además, que en esta época que privilegia lo veloz, lo nuevo, el éxito...