Sergio Diecinueve
DE LAS REFORMAS EN LAS ENTIDADES DE LA FEDERACIÓN
Carlos F. natarén*
Sumario: I. Introducción. II. Justificación de la reforma.
III. La reforma procesal penal en México y sus tendencias: consideraciones previas sobre los juicios orales. IV. Las reformas
en las entidades federativas.
i. introDucción
El proceso penal y la reforma al sistema de justiciapenal en su conjunto
es la reforma “estructural” que toca el ámbito más delicado y sensible
de la relación Estado-ciudadano.2 En efecto, como hipotéticamente todo
ciudadano está expuesto a la posibilidad de que él mismo o un miembro
* Doctor en derecho procesal; investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, y profesor de la Facultad de Derecho de la UniversidadNacional
Autónoma de México; miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
1 Deseo iniciar por expresar mi agradecimiento al Instituto de Investigaciones Jurídicas
y a la Academia Mexicana de Ciencias Penales por su generosa invitación para participar
en este ejercicio de reflexión sobre el proceso de reforma al sistema de justicia penal en que
nos encontramos inmersos; sin embargo, quierosubrayar mi agradecimiento a doña Olga
Islas de González Mariscal y a don Sergio García Ramírez por las continuas muestras de
confianza de las que esta invitación es una prueba más.
2 De esta forma, “el proceso penal se convierte en un tema delicado y trascendental donde se resuelve el conflicto más severo entre intereses en juego, encarnados por personajes
desiguales” y, por tanto, de vitalimportancia en el Estado constitucional de derecho Cfr.
García Ramírez, Sergio, “Los sistemas de enjuiciamiento penal y sus órganos de acusación
(ponencia general)”, en Storme, M. y Gómez Lara, C. (coords.), XII Congreso Mundial de
Derecho Procesal, vol. IV: Sistemas de enjuiciamiento penal y sus órganos de acusación,
México, UNAM, 2005, pp. 1 y ss.
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de sufamilia sea sujeto de un proceso penal,3 el que exista un proceso que
asegure el pleno respeto a todas las garantías constitucionales constituye
una garantía en sí misma, con razón se ha dicho que el termómetro de la
vigencia efectiva de la democracia y del Estado de derecho es el proceso
penal. Al mismo tiempo, desde la perspectiva de la seguridad pública, al
ciudadano le interesa la existenciade un proceso penal que no incentive la
impunidad como un elemento esencial del Estado de derecho.
Actualmente el proceso penal mexicano se encuentra en profunda crisis, es continuamente señalado como ineficiente, corrupto, opaco y, en general, como el ámbito en el que se desarrollan múltiples violaciones a los
derechos humanos tanto para las víctimas y ofendidos del delito como para
losmismos procesados.
En efecto, uno de los problemas más alarmantes de la situación del Estado de derecho en México es la crisis de la justicia penal. Las cifras hacen
evidente el grado de ineficacia y de impunidad que caracterizan su desempeño.4 En la gran mayoría de los trabajos que abordan el sistema de justicia
penal5 se señalan, como lugares comunes, la falta de eficacia y la profundadesconfianza de la sociedad hacia los órganos que lo integran. Esta situación se ha hecho evidente en los últimos meses, en los que la crisis del
sistema de justicia penal ha dejado de ser tema de debate únicamente entre
especialistas en la materia, y la sociedad civil ha salido de su letargo para
dejar muy clara su inquietud y reclamar respuestas efectivas con urgencia.
3 En efecto, ya quedesafortunadamente nadie tiene, por así decirlo, un certificado de
inafectabilidad penal, eventualmente todo ciudadano está hipotéticamente sujeto a la posibilidad, por la razón que se prefiera, de enfrentar un proceso penal. Este riesgo puede
considerarse desde el hecho mismo de que conducir un automóvil implica la posibilidad de
un incidente que conduzca al sujeto a ser sometido a proceso.
4 En el...
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