Sergio urrego, una muerte que todos llevamos dentro

Una muerte que todos llevamos dentro.

El dolor que ha generado la muerte de Sergio Urrego la llevamos muchos por dentro. Y no me refiero a esa solidaridad que nos ha despertado gracias a la explosión en los medios de comunicación, redes sociales y conversaciones cotidianas, la muerte de él en sí mismo. Muchos y muchas personas LGBTI llevamos esa muerte en nuestra propia vida.
Empiezohablando en primera persona. Hace años cuando empecé a reconocerme gay, empecé a experimentar angustia. No entendía muy bien qué pasaba, como podría ser normal, qué sería de mí y de todas esas expectativas que sobre mi futuro se habían cifrado.
Entre el silencio, resultado de no tener con quien conversar abiertamente y de las burlas y agresiones de “compañeros” de salón, me sumergieron en un abismo detristeza y ostracismo.
Las ideas suicidas comenzaron a aparecer cuando, además del contexto, empecé a leer filosofía. Empecé con el consabido y trillado Nietzsche, luego vinieron Camus, Sartre y otros existencialistas. Fue con ello que comenzaron las dudas, la inquietud sobre el sentido de la vida y del porque estar acá. Y claro, entre la falta de referentes positivos y la tristeza, comenzó atomar forma la idea de quitarme la vida, pues las alternativas se iban agotando y no encontraba salida para ese callejón.
El tiempo fue pasando lenta y angustiantemente. Las sonrisas se hacían más y más escasas, los amigos se volvieron los libros, la esperanza estaba en terminar con el sufrimiento de una vez por todas.
¿Por qué no lo hice? ¿Qué me detuvo? Son preguntas que con dificultad puedoresponder porque no basta la razón para hacerlo. Desde la razón menciono algunos elementos:
1. Un buen amigo o amiga: A quien de manera confidencial le presento toda mi gratitud y aprecio por escuchar sin criticar, por estar atento a compartir, y por enseñarme que debemos estar en la misma capacidad de hacerlo, de romper con el egocentrismo que implica sentirse tan único, raro y especial, quesólo vos mismo te puedes entender y por lo tanto salvar.
2. Leer algo positivo o “bobo”: en toda casa existe a la mano la literatura de auto superación. Y claro, uno que anda leyendo cosas muy complicadas, dando explicaciones trascendentales a la vida, ¿por qué tendría que ponerle atención? Pero en esa clase de literatura a veces residen pequeñas cosas que ayudan a tener perspectiva, a romper con elpesimismo y auto suficiencia de las ciencias sociales.
3. Conectarse con una causa: sea salvar pingüinos en el sur de Chile, apoyar un sindicato o vincularse a un grupo religioso. Sentirse parte de algo, de algo que vaya más allá de la propia vida. Que dé sentido de ser más pequeño. De esa manera uno se termina rindiendo ante la bastedad del propio ser, de ver en perspectiva los propiosproblemas.
4. Consentirse: darse espacios para apreciarse, para reconocerse y valorarse. No todo puede ser auto crítica, ni crítica sistemática de este sistema social, político, humano, que sólo ha dejado pobreza y dolor a su paso. Y que se hace cíclico, si uno odia toda, termina por odiarse a sí mismo y odiarse por odiar. Eso debe tener vías de escape que se van construyendo en momentos de alegría odolor compartido con otro u otros.
5. Dar sentido al dolor: escribirlo, volverlo danza, hacerlo teatro, llorarlo. No tiene por qué limitarse a correr por el cuerpo y por la mente constantemente. Si se pone al servicio de la creatividad, poco a poco se va disolviendo hasta que se transforma. Esto no lo sé explicar muy bien, pero me funcionó.
6. Reconocer que NADA en esta vida es permanente: nisiquiera la alegría, el amor, la belleza, la juventud, y mucho menos la tristeza, el dolor. Claro, cuando uno crece entre telenovelas y catolicismo, termina por sentir que si, que todo dura para siempre. Pero cuando uno se rinde a esa ley universal, de que nada es permanente y no hay porque aferrarse a nada, porque esas imágenes que uno se hace de sí mismo y de sus emociones también son efímeras, se...