SERGIO
Aun cuando muchos delos atributos naturales que el Estado de México tenía hasta las primeras décadas del siglo pasado han ido mermando debido al crecimiento de las áreas urbanas y a la afectación del entorno natural, hoytodavía es posible afirmar que en su territorio, privilegiado en cultivos y en áreas naturales, se conservan tradiciones de la gastronomía en las que son evidentes los rasgos del mundo antiguo.
Paramuchos resultará sorpresivo saber que el Estado de México es uno de los primeros productores agrícolas de nuestro país, destacando el cultivo de maíz y frijol; y por si fuera poco, las tierras delestado también producen diversos cereales, así como abundancia de frutas y legumbres.
Los principales bocados gastronómicos tienen su base en el maíz y en el frijol: una enorme variedad de tamalespreparados en la que participan el garbanzo, las habas, el carnero, el pollo, la barbacoa y el conejo forman su rico menú. Los frijoles, los insustituibles, cocinados con epazote, se acompañan tambiéncon queso y longaniza.
Durante la temporada de lluvias, de mayo a octubre, la humedad propicia el crecimiento de hongos comestibles, como clavitos, manitas, morillas y yemitas, entre otros, por loque en esas fechas es posible disfrutar de numerosos platillos preparados con ese ingrediente.
Presentar en este breve texto todas las bondades de la comida mexiquense sería prácticamente imposible.Quienes han visitado el Estado de México saben de sus secretos y suelen ir a San Martín de las Pirámides, Acolman y Malinalco por sus tacos placeros; a Villa Guerrero a disfrutar del pepeto; a laMarquesa a comerse un rico conejo adobado; a Tenancingo por unos tacos de obispo con salsa verde bien picosa; a Ocoyoacac por unas tortitas de haba; a Toluca por una torta toluqueña, por citar algunos,...
Regístrate para leer el documento completo.