Sermón Sobre Bartimeo
Los médicos, hablan poco, lo hacen con cariño y son concretos. Hay un relato en la Biblia que es concreto, habla con cariño y es corto. Quiero invitarlos a abrir sus biblias en el libro de San Marcos, San Marcos capítulo 10 a partir delversículo 46. Aquí se relata el siguiente incidente que quiero compartir con ustedes. Desde el versículo 46. Vamos a leer este fragmento hasta el final. El capítulo 11 nos muestra que Jesús va a entrar a Jerusalén casi como un rey; y dice el versículo 46: Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado juntoal camino mendigando. 47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! 48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! 49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 50 El entonces, arrojando su capa,se levantó y vino a Jesús. 51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. 52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.
Quiero destacar este aspecto del versículo 48; muchos le reprendían para que se callara. Creo que estos dos momentos especiales en este incidente,primero el llamado de Bartimeo, luego la reprensión de algunos de los que iban con Jesús, que dio lugar al segundo pedido de Bartimeo, hacen que Jesús se detenga.
Dice el versículo 49 que Jesús deteniéndose mando llamarle, evidentemente no con los mismos que lo habían reprendido: ten confianza, levántate, te llama. El entonces, arrojando su capa, fue al encuentro con Jesús; Jesús le dijo, ¿Qué quieresque te haga? El ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. Jesús le dijo: Vete, tu fé te ha salvado. En seguida recobró la vista y seguía a Jesús en el camino. En este fragmento de la palabra de Dios, encontramos a un hombre, símbolo de cualquiera de nosotros, con nuestras dificultades, con nuestras luchas, con nuestros deseos; y que hemos llegado hasta este lugar santo para encontrar ayuda....
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